Teatro: LA CARTA
Por: Khrist Schecter
Fotografía: Cortesía de Paloma Viajera.
El tiempo no da calidad en nuestras relaciones.
El tiempo es tan sólo aquello que acontece mientras vivimos nuestras relaciones.
La vida es curiosa la mayor parte del tiempo. Los seres humanos planeamos y administramos nuestros recursos (tanto internos como externos), en función nuestras relaciones. Ahorramos, para poder disfrutar de un sin número de cosas y nos ilusionamos, con lo que vendrá después. Y es justo, en este ahorro de recursos, que escatimamos en vivir justo en el aquí y en el ahora, de escuchar al de enfrente y a nosotros mismos. Nos obsesionamos con el futuro o peor aún, con el hubiera, hasta al punto en el que destino, como si de un amante resentido se tratase, inevitablemente nos atrapara un día, sin más escenario para huir, recriminándonos, sin contemplaciones por todo aquello que no dijimos e hicimos. Sin tiempo para cambiar o vivir, incluso después del amor.
“Este mundo es tan sólo una ilusión, siempre tratando de cambiarnos”
Esta última premisa, no es tan sólo el estribillo de una canción. No, es la cara ignorada y repudiada, por todos aquellos que hemos idealizado el amor. Teniendo un ejemplo mucho más claro (y contundente al punto de las lágrimas), nos encontramos con el texto dramático de Tomás Urtusástegui. LaCarta, puesta escénica montada por el Ensamble Teatral Arte In-Genio, monologo dirigido y actuado por el actor Pablo González, con la participación especial del cantante Adrian Torres (quien magistralmente abre la puesta en escena con el tema Carta de Amparo Rubín) y que cuenta, además con el coaching escénico de Sasha Moreno (a quien también vemos en escena al cierre de la puesta teatral). Con arreglos musicales a cargo de Antonio Cárdenas y Brett Olaya y el arte en caracterización y maquillaje de E. D. S. (Erick Durán Studio). La fotografía corre a cargo de Paloma Viajera.
La Carta, nos presenta a un hombre mayor, quien apenas seis meses después de haber enterrado a su esposa, luego de un agónico proceso de lucha contra una enfermedad mortal, decide sincerarse con su ya, fallecido amor y decirle todo, lo que a lo largo de años de “idílico matrimonio” no pudo expresarle, en un catártico viaje sin retorno, en donde se presenta a un personaje, que vive la ambivalencia de sentir todo a destiempo, cuando no queda más para escuchar. Un testimonio crudo, mordaz, sarcástico pero sobre todo entregado e incondicional en donde, no hace falta haber enterrado a nuestro amor para sentirnos identificados, porque algunas vez, nos hemos quedado pensando de noche, cuando todo esta callado y no hay nadie a quien llamar en una interrogante, que reclama por nuestra atención:
¿Nos habremos amado lo suficiente como para vivir sin el cliché de un hubiera?
La Carta, estará por una corta temporada presentándose, todos los jueves de mayo a las ocho y media de la noche, dentro de las actividades del foro cultural en CUSI Cafetería (Calle Gómez Farías No. 41 A, Col. San Rafael, a una cuadra del metrobús Plaza de la República). Apoyemos el teatro independiente en México.