Hambre de poder (The founder)
Por: Eduardo Espinoza Chávez
Biopic dirigida por John Lee Hancock (Un sueño posible) y protagonizada por Michael Keaton (Birdman) quien da vida a Rey Kroc que, de ser un simple vendedor de poca monta, se convirtió en el dueño de una empresa de dimensiones mundiales.
Ray Kroc recibió una llamada donde tenía que llevar 6 batidoras para malteadas a un restaurant, sorprendido porque un mismo restaurant pidiera dicha cantidad de máquinas decide ir a visitar personalmente el lugar y se llevó una sorpresa al ver la gran afluencia de personas que tenía, es ahí donde conoce a los hermanos McDonald. Dick (Nick Offerman) y Mac (John Caroll Lynch) los cuales le muestran cómo funciona su negocio, maravillado por esta idea, decide que a toda costa el debería de forma parte de esto y tras una larga carrera donde los engaños fueron la base principal para que se convirtiera en el líder de dicha empresa.
Lo más destacable de la película es la actuación de Michael Keaton ya que vemos diversas facetas del personaje a lo largo del film, además cuenta con una grandiosa dirección de arte ya que esta historia sucede en los años 50’s y se esmeraron en las locaciones, el vestuario y los autos para que nos adentráramos a esa época.
El ritmo de la película en su primer acto es bueno aunque al final terminen pesando un poco las casi dos horas de duración, los personajes secundarios no están tan desarrollados y a mi parecer nos cuentan la historia de una manera un tato rosa por así decirlo ya que nos la venden como una película de una persona persistente que no se rinde con tal de llegar a la cima, pero en el camino no le importó robar ideas, ser egoísta y romper relaciones para obtener sus objetivos, me hubiera gustado un poco más de énfasis en ese lado codicioso y ver la historia un poco más desde la perspectiva de las personas que lo rodeaban.
Es una buena película que nos permite familiarizarnos con la verdadera historia de la persona que llevo a ser a MacDonald’s lo que es hoy en día.