Fausto Casanova: Un niño que juega a ser adulto.
‘Sigo tu voz en la noche. Sigo el pulso de tu corazón. Ahora sabemos que la espera valió la pena’. – Dijo, El Gato Poeta.
Hola queridos lectores. En esta ocasión no les hablaré de libros. Esta vez les platicaré acerca de alguien talentoso que promete mucho dentro del mágico mundo del teatro en nuestro país.
Un soñador, un niño que juega a ser adulto, alguien con metas. Su cuerpo y voz un instrumento para dar vida a distintos personajes. Amante del teatro y actor de profesión, Fausto Casanova se dedica en cuerpo y alma, a vivir y expresar la magia de las artes escénicas.
Empezando con la entrevista puedo ver a alguien con gran porte y carisma. En este momento el joven actor lleva una barba que decora su cara para dar vida a uno de los más recientes personajes que realiza en teatro en corto. Prendemos un cigarro y seguido de esto Fausto me platica de su trayectoria artística. Comenta que lleva más de diez años en el mundo del teatro. Con apariciones y colaboraciones para comerciales y puestas en escenas, cine y también televisión. Estudiando al principio ciencias de la comunicación se dio cuenta que dentro de él tenía esa espina de incursionar en las artes escénicas. Cursando entonces diplomados, que le dieron las herramientas para poder dedicarse a fondo a la actuación.
Hoy en día Fausto Casanova se dedica a realizar teatro en corto, en Nápoles, Ciudad de México. Él me platica que es muy importante apoyar el teatro mexicano, en ir y llenar las butacas y disfrutar de la función. Se puede ver en sus ojos una expresión de gran dinamismo al platicarme que la escena teatral en México debe de salvarse; pues comenta que mucha gente sigue lo comercial, en vez de apoyar las propuestas independientes que existen.
Fausto prende otro cigarro, se peina su barba y seguido de estas acciones sigue con el tema de la escena teatral en México, con una seriedad en su cara habla que los productores generalizan al público mexicano y todos les sirven la misma basura. Piensa que hay mucho talento en México pero que claro no es aprovechado. Da un comentario acertado al decir que las grandes productoras piensan que el público mexicano es ‘tonto’ y por eso se conforman por cualquier puesta en escena que hable de albures o cosas meramente banales.
¿Pero qué hacer entonces? Le pregunto. ‘Ir al teatro, comprar boletos para puestas en escenas que realmente valgan la pena, enamorarse del teatro en corto y también del teatro clásico, preferir ir a estas obras en vez de ir al cine, por ejemplo. Ahorrar y visitar con más frecuencia estos recintos’. Fausto interrumpe la charla para tomar un poco de café que le serví previamente.
Así vamos acumulando colillas de cigarros, tomamos un poco más de café y luego le ofrezco una cerveza que tenía guardada. Me comenta que el teatro en corto le guste o no a la gente que sabe de ese tema, no es una obra de teatro completa, más bien es una escena alargada y con un poco más de duración. Bromeando me confiesa que para él, hacer teatro en corto es como ir al gimnasio. No hay tiempo de descanso pues acaba la escena y al instante vuelven a comenzar de nuevo.
La noche cae y con ello se aproxima el fin de nuestra plática. Antes de terminar Fausto con un gran amor y pasión me platica que el teatro para él es su refugio, que ahí se libera de cualquier pretensión, se olvida de sí mismo para habitar a sus personajes en su cuerpo y piel. Él es el vínculo y camino para conectar con esos seres enigmáticos. Sigue y escucha el llamado del héroe dentro de sí y deja de ser solo una persona para volverse un actor, para jugar a ser y a existir. Para materializar el arte en su piel y en su voz y en su corporalidad. Juega y se divierte pero consciente del ahora y de su espacio. Canta, llora, grita, baila y se queda quieto. Fausto no existe más, ya sea por un minuto o media hora. Ahora es el artista, el suceso y la voz que dará vida al personaje, luz y oscuridad al escenario y un final esperado.
Se marcha de mi casa sin antes recordarme que todo el público está invitado a verlo participar en teatro en corto en Nápoles con las obras: El último vagón (un thriller psicológico donde hay una reflexión social). El juicio de Manuela (Una comedia con clase, en la que se habla de una demanda hacia Manuela una mujer que abre un establecimiento un tanto comprometedor).
Queridos lectores les invito a que vayan a ver a Fausto Casanova a teatro en corto Nápoles. Las funciones en donde aparecerá nuevamente en la obra El último vagón serán el viernes 2 de febrero, y el domingo 4 de febrero que será cierre de temporada. Asimismo con el Juicio de Manuela.
No se lo pierdan y apoyen el teatro Mexicano.
Por: Francisco Hernández Verdiguel.