Desastre en Ghost Land
Por: Joe Cohen
Siendo un obsesivo fan del cine de terror, aún sabiendo que es difícil que existan realmente BUENAS pelis de éstas, todavía es una decepción salir de la sala queriendo regresar el tiempo para evitarte a ti mismo el sufrimiento de ver una mala película.
Tristemente, este es el caso de “Pesadilla en el Infierno” (Título original: “Incident in a Ghostland”).
Hoy en día, como dije, es difícil cruzarte con una buena cinta de terror, que te atrape desde el principio con una historia original, personajes complejos y una atmósfera aterradora (es evidente que la atmósfera es de lo más importante en este tipo de cine, más cuando pretendes generar sustos genuinos en el público).
“Ghostland” no tiene ninguna de las anteriores. Pero, empezando con lo primero. Para todos los que desconocen el background de esta película, los detalles generales que deben saber son los siguientes: Es de origen canadiense está dirigida y escrita por Pascal Laugier y, como su título lo indica, es una verdadera pesadilla (y no en el buen sentido)
No puedo mentir, tal vez esperaba más de Laugier, cuyo trabajo logró atraparme en una de sus cintas anteriores con Jessica Biel (“The Tall Man”), la cual, si no la han visto recomiendo ampliamente. SPOILER ALERT: tiene un twist final inolvidable.
Pero, finalmente, no fueron mis altas expectativas lo que hicieron de esta experiencia un verdadero desastre. NOTA: intentaré tratar la trama de forma superficial para no dar Spoilers, aunque realmente les haría un favor haciéndolo.
La premisa en sí no es muy llamativa. Una madre soltera y sus dos hijas sufren una intrusión de dos abusivos y violentos… ¿hombres? (uno usa vestido negro de mujer y una peluca y el otro tiene una deformidad facial extraña y severo sobrepeso, así que nómbrenlos como les parezca más acertado).
Tras una serie de enfrentamientos entre las mujeres y estos dos seres extraños, pasan alrededor de 20 minutos de puros gritos repetitivos y ruidosos y torturas demasiado clichés y sin sentido, digo, es obvio que el género gore se caracteriza por esa última, pero por lo menos que tenga sentido de ser, ¿no?
Después de la primer media hora, los misterios de la trama logran intrigarte un poco. El paso del tiempo, desde “el incidente” hasta que el personaje principal, Beth, se ha convertido en una exitosa escritora de novelas de terror, genera en el espectador una falsa ilusión de suspenso (digo falsa, porque a los pocos minutos, antes de alcanzar la mitad del filme, el primer twist en la trama explica TODO, literalmente) arruinándote cualquier tipo de esperanza de “adivinar” qué sigue después.
Si es que logras llegar a ese punto y no te has cansado de tantos diálogos sobre expositivos y ruidosos, debes saber que la siguiente mitad de la película es sólo más de lo mismo:
- Personajes básicos
- Actuaciones mediocres (más que nada por parte de Anastasia Phillips, quien se la pasa gritando y pretendiendo estar loca, llevando el concepto de “locura” a un punto poco creíble y desesperante)
- Trama que, sin darse cuenta, puede parecer una celebración de la misoginia (imagino que realmente lo que intenta es fungir como una crítica a lo mismo, pero no lo logra), hacen de esta película un verdadero desastre.
Los diálogos no dejan nada a la imaginación, solo repiten lo que ya se vio en imágenes. Las escenas de tortura son una burla para el género gore, salvo un par casi al final que resultan poco intrigantes.
Las actuaciones melodramáticas llevan, casi casi, a hacerte creer que estás viendo una telenovela mexicana. Con momentos en los que no sabes si reírte de lo patético que es todo o llorar de la desesperación porque la peli parece nunca acabar, “Pesadilla en el Infierno” es simplemente otro intento fallido en la entrada al género terror / gore.
Por eso, es más que evidente que puedes “perderte”, por no decirte “hazte un favor a ti mismo”, de ver esta cinta. Y no, no es algo personal o subjetivo. Si te queda la duda vela y sufre las consecuencias.