CUANDO LA MATERNIDAD NO ES DESEADA
El papel que se les asigna a las mujeres socialmente está relacionado con las expectativas reproductivas y varía dentro amplias circunstancias que va desde el papel exclusivo de madre y cuidadora de los hijos hasta su desempeño pleno como trabajadora o profesional, mucho tiene que ver la cultura y la ideología.
Existen relaciones sexuales que no son voluntarias ni deseadas, como la violación y la violencia sexual, o cuando existe una fuerte presión social para el inicio de la vida sexual, como sucede en algunos adolescentes. Mientras existan relaciones no planeadas y sin el consentimiento de la mujer, existirán los embarazos no deseados. Esta problemática es especialmente común en adolescentes, mujeres solteras y mayores de 40 años. Sin embargo, no se descarta que se den en otras edades, otro factor frecuente es el nivel socioeconómico y nivel educativo bajo, aunque ocurren en todas las clases sociales.
Por lo general, hay carencia de conocimiento respecto a las características de la propia sexualidad y todavía más del sexo opuesto. La vergüenza, la culpa, la falta de confianza y el hecho de que este tema sea tabú dentro de una familia y de la sociedad, puede ocasionar que se vivan los problemas en silencio. Desde una infección hasta una duda sobre algún aspecto sexual como la propia identidad sexual, puede llevar a vivir estas experiencias con mucho miedo, estrés, angustia, sentimientos de culpa o tristeza, por lo que puede ser más fácil que se produzcan pensamientos, emociones o sensaciones que acaban ocasionando otros problemas físicos, psicológicos y psiquiátricos más graves.
La madre transmite también sus emociones al feto, por lo que hay estudios que explican que una madre que no desea a su hijo puede provocarle problemas desde antes de nacer. Después puede sufrir otro tipo de maltratos y abandonos como el descuido intencional o inconsciente de sus padres, indiferencia o frialdad, mensajes como “por tu culpa…”, “si no hubieras nacido…”, “te hubiera abortado”. Lo que puede ocasionar severos traumas durante el desarrollo del infante. Esto también tiene que ver mucho con el aborto, independiente de estar a favor o en contra, tratemos de empatizar con la problemática real, no juzguemos desde nuestro “privilegio”, a lo mejor tu tienes el privilegio de informarte por medio del internet, o de pagar una consulta para asistir al médico, o incluso de tener la oportunidad de estudiar. No todos tienen las mismas posibilidades, empecemos haciendo un cambio desde la empatía, es responsabilidad de todos y todas buscar soluciones más adaptadas para erradicar esta situación. Seguimos tratando de forma muy infantil el tema de la sexualidad, escondiéndolo o haciendo como que estas cosas no pasan en lugar de fomentar una educación sexual madura y responsable a la población.