Christian Chávez: Ser feliz es un acto de resistencia
ma con Rebelde y RBD, ha sido una figura que ha sabido crecer frente al ojo público, navegando entre los reflectores de la música y la actuación, pero también entre los desafíos de una sociedad que no siempre ha sabido aceptar lo diferente. Su proceso no ha sido fácil: fue sacado del clóset en un tiempo donde ser abiertamente gay podía costarte la carrera. Pero en lugar de rendirse, Christian transformó el dolor en propósito, y hoy no solo sigue brillando como artista, sino que también se ha convertido en un referente para la comunidad LGBTIQ+, levantando la voz con autenticidad y orgullo.
En esta entrevista íntima, Christian deja a un lado las luces del escenario para hablar con el corazón abierto sobre madurez, amor propio, visibilidad queer y su compromiso con las nuevas generaciones.
Entrevista: El Poderoso Dave
Foto: Juan Castillo
Grooming: Julio Cesar León
Styling: Cuauhtémoc
¿Cómo es para ti ser hoy un hombre de 41 años que vive una vida plena y libre?
Estoy en un momento en el que me he trabajado mucho en terapia. Me conozco más, me amo, me respeto y tengo más claro lo que quiero y lo que no quiero. Los 40 te dan eso: hacer las paces con cosas que antes te dolían o no entendías.
¿Alguna vez sentiste que no estabas logrando nada con tu vida?
Sí, claro. Ha habido muchos momentos en los que me pregunté: “¿Qué estoy haciendo con mi vida?”. Es una condición humana. A veces nos deprimimos o nos desencantamos, pero eso también es parte de la vida. Las expectativas de que todo va a ir mejorando y se va a quedar así no son reales. La vida es cambio constante.
¿Qué tan complicado es encontrar pareja a esta edad?
Creo que sí es más complicado. Cuando te haces más grande toleras menos. Ya tienes tus tiempos, tu espacio. De joven aceptas muchas cosas que hoy ya no. Además, crecimos con esta idea del amor romántico de telenovela, y eso no aplica del todo en la vida real, menos en la comunidad. Somos personas heridas y aunque estemos en terapia, muchas veces reaccionamos desde esas heridas. Por eso primero hay que amarse uno mismo.
¿Hoy te sientes una persona plena?
Sí. Pero sé que no es algo permanente. La plenitud viene y va. No hay que vivir en el pasado ni en el futuro, sino en el presente. Agradecer lo que tienes y aceptar lo que no. Eso me lo ha enseñado mucho la terapia.
Antes no aceptabas tantos papeles LGBT. ¿Qué importancia le das ahora a estas historias?
Es fundamental la representación. Por mucho tiempo, las historias LGBT eran trágicas. Hoy existen series como Heartstopper, que muestran una realidad distinta. Si yo hubiera visto algo así de adolescente, me habría sentido más en paz conmigo mismo. Y más ahora, que el mundo está girando hacia posturas conservadoras y extremas, es vital seguir contando nuestras historias y alzar la voz.
¿Cuál es tu responsabilidad como actor en todo esto?
Más que una responsabilidad, lo veo como una misión: interpretar personajes con un mensaje positivo. Ya sean LGBT o no, lo importante es que conecten conmigo. También me interesa mantener un equilibrio y no encasillarme. Me gusta interpretar personajes heterosexuales de vez en cuando para no limitarme como actor.
Christian ¿Qué significa para ti el Pride?
Es recordar por qué luchamos. No solo es una fiesta, es una conmemoración. Hay que recordar a quienes empezaron todo esto: nuestras hermanas trans, las primeras marchas, personas como Juan Jacobo Hernández. Celebrar el Pride es un acto de memoria y resistencia.
¿Sientes que a veces se olvida su verdadero significado?
Sí. A veces se convierte en una simple fiesta y se olvida la raíz política. Sobre todo las nuevas generaciones, que nacieron con más apertura, deben saber que los derechos pueden perderse en cualquier momento. Por eso es importante recordar y seguir luchando.
¿Crees que exista discriminación dentro de la misma comunidad?
Definitivamente. Hay divisiones internas que también son peligrosas. Pensamos que si atacan a un sector —como a las personas trans o a los más afeminados— no nos afecta a todos. Pero sí nos afecta. Nadie quiere volver a ser ciudadano de segunda.
¿Christian hay algo que hoy disfrutes y antes no podías?
Sí. Poder vivir mi vida con libertad, aprender del lenguaje inclusivo, respetar y escuchar a las nuevas generaciones. Me gusta aprender de todas las expresiones dentro de nuestra comunidad.
¿Qué te parece lo más difícil actualmente?
El lenguaje inclusivo. A veces me cuesta trabajo por costumbre, pero trato de ser honesto. Siempre aviso que estoy aprendiendo, que si me equivoco no es por ofender. Es parte del proceso.
¿Qué opinas de actores hetero interpretando personajes LGBT?
No me parece malo si hay un balance. Si una historia tiene dos protagonistas, uno podría ser un aliado y otro alguien de la comunidad. Lo importante es no quitarle espacio a quienes han vivido esas historias en carne propia.
¿Qué proyectos tienes actualmente?
Viene una serie llamada Bodas, una comedia sobre wedding planners que se transmitirá por VIX. Mi personaje se llama Maximiliano, es el antagonista y está inspirado en varios planners de la vida real. También estaré en Sacramento recibiendo un reconocimiento del Caucus LGBT del estado de California, luego voy al Reclusorio Norte para celebrar el Pride con personas privadas de su libertad, y después cantaré en el Pride de Madrid.
¿Christian Planeas sacar más música?
El 6 de mayo lancé un EP llamado Sí, inspirado en una carta que me escribí a mí mismo, al Cristian niño. Es un ejercicio terapéutico que convertí en canciones. Me ha ayudado a sanar muchas cosas.
¿Sentiste que tu carrera cambió cuando saliste del clóset?
Me sacaron del clóset hace 18 años. Era otra época, mucho más violenta emocionalmente. Pero ya no quiero hacerme la víctima. Lo importante ahora es que ningún niñe tenga que pasar por lo mismo. Que puedan crecer sabiendo que lo que sienten está bien.
¿Crees que las nuevas generaciones tienen una madurez emocional distinta?
Sí. Ellos vivieron una aceptación más temprana, comenzaron sus vidas reales antes que nosotros. Pero también es cierto que muchas de nuestras heridas siguen ahí. Por eso debemos seguir trabajando en nosotros mismos y sanar.
Christian ¿De qué te sientes más orgulloso de ti?
De mi resiliencia. Me he caído muchas veces, pero me vuelvo a levantar. Busco todos los días estar más cerca de mi mejor versión.
¿Qué mensaje le das a nuestra generación y a las nuevas?
Que sean ustedes mismos. Que no duden de su valor, que no dejen de alzar la voz y que no olviden que la mejor venganza es ser felices.
Un legado que trasciende
Christian no solo ha resistido; ha florecido. Su voz no se limita al escenario ni a la pantalla, sino que resuena en los corazones de quienes han tenido que esconderse, callarse o adaptarse. Él es la prueba viva de que la libertad es posible y de que el orgullo, más allá de una fecha, es una forma de habitar el mundo. En tiempos donde el amor propio puede ser un acto revolucionario, Christian Chávez se ha convertido en un estandarte que nos recuerda que nunca es tarde para empezar a sanar.