Herly RG: La Risa También es Resistencia
Detrás de sus pelucas, filtros, personajes intensos y sarcasmos brillantes, Herly es una comediante que no solo provoca carcajadas, sino que también abre conversaciones incómodas, críticas y necesarias. Con un humor afilado que parte de la observación cotidiana, Herly se ha ganado el corazón y el respeto de su audiencia —y no solo por hacer reír, sino por atreverse a ser auténtica.
En esta entrevista exclusiva con Zero Magazine Mx, Herly nos cuenta sin pelos en la lengua sobre su proceso creativo, el síndrome del impostor, sus momentos más random gracias a TikTok, y cómo ha logrado mantenerse fiel a sí misma en un mundo donde todo se mide en views. Porque sí, la risa también es resistencia, y ella lo lleva con orgullo como bandera.
Entrevisa: El Poderoso Dave
Foto: Marielle Valencia
MUAH: Julio César León:
Styling: El Poderoso Dave
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¿Herly, en qué momento pasaste de hacer videos por pura diversión a darte cuenta de que ya eras oficialmente influencer? ¿Quién te avisó?
Creo que no te das cuenta, más bien es algo que sucede cuando empiezas a ver el impacto que causan tus palabras para tus seguidores. O sea, creo que la palabra “influencer” tiene ese trasfondo: eres una persona influyente en los pensamientos de las personas que te siguen. Entonces creo que te empiezas a dar cuenta cuando muchos de ellos escriben que tus palabras les han hecho cambiar algo o les han ayudado en algo de su vida. Pero no sé si realmente es como que tú te bautices… siento que más bien lo hace el público por ti. Y eso es algo muy lindo.
¿Cuál fue el primer personaje o sketch con el que dijiste: “esto soy yo, esto va a pegar”?
Creo que cuando descubrí la comedia. Siempre había intentado llegar a los medios por medio de la música o de la actuación, pero creo que justamente cuando empecé a hacer comedia destapé una parte muy chida de mí, muy divertida, y creo que ahí fue cuando me enamoré de hacer lo que hago. Cuando descubrí que podía hacer reír a la gente, siento que ese fue el parteaguas. Uno de los primeros sketches fue el de la instructora, mi personaje que tenía haciendo ejercicio, ese fue uno de los primeros que me ayudó a ver: “esto soy y de aquí puedo dar más”.
Dicen que el sarcasmo es el lenguaje del alma o de la gente que ya está harta. En tu caso, ¿qué fue primero: el hartazgo o la risa?
Creo que fue la risa. No sé si de manera voluntaria creé esta parte de “voy a hacer sátira”. Al principio era como: “estas actitudes se me hacen muy deplorables” y yo también las he tenido. Qué loco que lo pueda hacer notar con un filtro, ¿no? Me reía mucho de esas situaciones, y ya después, ver el impacto que tenían me hizo decir: “ok, lo tengo que seguir haciendo porque hay mucha gente así y no puede estar pasando esto”. Y me incluyo. Creo que también llega el hartazgo de ser la misma persona siempre. Queremos dejar de reírnos del más vulnerable y empezar a reírnos del que siempre se burla del más vulnerable. Fue de ambas. Ese fue el lenguaje del alma que me ayudó a crear lo que hago en redes.
¿Cómo es el proceso creativo detrás de un video tuyo? ¿Hay libreta de apuntes, junta contigo misma o sale todo cuando estás en pijama peleándote mentalmente con un comentario random?
No, creo que soy una persona muy observadora. Más allá de que haya un guión o una libreta con apuntes. Si hay alguna actitud que yo vea que puedo recrear, automáticamente… como que sí noto, pero no anoto el sketch como tal. Siempre parte de una idea. Anoto la idea de lo que estoy observando y de ahí viene el video del cual la gente se ríe.
¿Tienes alguna rutina o superstición antes de grabar? Tipo “no puedo grabar si no tengo el chongo perfecto” o “peluca de los domingos no se toca”…
Sí tengo una rutina, sobre todo en videos donde voy a estar platicando. Me gusta verme arregladita, me gusta verme maquillada. Pero cuando voy a hacer comedia, totalmente como me esté despertando lo puedo hacer. Si la idea llega en ese momento, lo grabo. No tengo problema en mostrarme tal cual soy. La comedia física también es muy importante en mi contenido. Así que no, no tengo supersticiones, me puedo grabar en cualquier momento.
¿En qué momento te diste cuenta de que tu contenido estaba teniendo un impacto real? Ese día que dijiste: “ok, esto ya no es solo un chiste”…
Cuando empezó a abrir conversaciones. Mis seguidores me mandaban mensajes como: “oye, gracias a tu video pude poner este tema en la mesa, que era súper incómodo, y me pude reír de él”. Creo que en ese momento me di cuenta de que estaba teniendo un impacto muy real. Un seguidor me dijo que nunca había podido hablar con su papá sin pelear, y que gracias a Tomás, su papá se sentó a platicar con él. Ese fue uno de los mensajes que más me impactó. Y ahí entendí que la risa también es resistencia, porque también puede abrir espacios para hablar de cosas importantes.
¿Qué es lo más cool o lo más random que te ha pasado gracias a TikTok?
Cosas muy locas. Principalmente hacer cine. Empezó con un “ay, voy a buscarme un cursito para actuar” y terminé diciendo: “sí soy buena viéndome en mis videos”. Actuar me ha ayudado a darle mayor realismo a mis contenidos. Las marcas de maquillaje, especialmente, jamás pensé que se interesarían en mí. Ver a Mon Laferte o Julieta Venegas siguiéndome, o topármelas en el aeropuerto y que me digan “me encanta tu contenido”, me desconecta mentalmente. Es muy random, pero muy cool. Todo eso ha sido gracias a mi casa, a mi empresa, que es TikTok.
¿Herly, qué tipo de comentarios te siguen sorprendiendo, aunque lleves años en esto?
Los que se hacen muy a la ligera sobre mí. Siento que la gente ve un video mío y como que no me ubica o no me conoce como soy. Me sorprende que haya gente que aún se sorprende de mi personalidad cuando llevo cinco años mostrándola tal cual.
Entre todas las cosas que haces —escribir, actuar, editar, sobrevivir al hate— ¿cuál disfrutas más y cuál es más para “no llorar”?
Disfruto mucho actuar, editar, hacer videos. Lo que no disfruto tanto es concentrarme para escribir mis contenidos, me cuesta mucho. Pero trato de disfrutarlo porque es parte del proceso. Sobrevivir al hate… creo que nadie se acostumbra. Trato de darle frente, pero si me clavara mucho en eso, no podría seguirme dedicando a esto.
Si te ofrecieran tu propio programa en streaming con presupuesto “choncho”, ¿de qué iría y quién te interpretaría? Puedes decir que tú, obvio.
Siento que con poco presupuesto se pueden hacer grandes cosas. Hasta con 20 mil pesos se puede armar algo padre. Haría un programa apto para todos, donde se hablen temas importantes, haya comedia y secciones de moda. Una especie de revista en vivo. Obvio me gustaría ser la conductora. Si no, que me interprete Esmeralda Soto. Me cae muy bien.
¿Cómo te llevas con el síndrome del impostor? ¿Ya lo mandaste a terapia o todavía va contigo como tu plus one a los eventos?
Me ha jugado chueco varias veces. Ha sido complicado, lo he ido domando, porque no lo he callado del todo. Obvio hay veces que siento que no voy a poder. Pero poco a poco lo he ido callando y ya es menos ruidoso en mi cabeza. Y eso ha sido gracias a la terapia.
¿Cuál ha sido el video más difícil de grabar emocionalmente?
Nunca grabo en momentos vulnerables. Me doy mi espacio y mi tiempo. He aprendido a diferenciar lo que puedo compartir en redes y lo que no. También necesito tener paz y estabilidad mental. Si no estoy lista ni dispuesta para grabar, no lo hago.
¿En tu vida diaria sientes que la gente espera que estés chistosa todo el tiempo?
Sí. Cuando me encuentro gente piensan que todo el tiempo estoy riendo o con una sonrisa en la cara. Pero soy más seria de lo que piensan. Me cuesta porque siento que tengo que sonreír para que no piensen que soy payasa. Soy más introvertida de lo que creen. Me da pena saludar. Tengo muchas cositas en mi cabeza.
¿Qué otras plataformas te gustaría explorar además de TikTok e Instagram?
El teatro me abrió otro panorama. Quiero hacer teatro musical. Ya he estado actuando en cine, y quiero seguir. El stand-up lo puse en pausa, pero creo que ya es momento de retomarlo. Soy una persona que puede darlo todo en el escenario. Así que sí, me arriesgaría a hacer más stand-up.
¿Cómo mantienes tu autenticidad sin caer en la presión de ser viral todo el tiempo?
Mi mayor competencia soy yo. No compito con nadie. Cada vez hay más creadores y contenido, la gente está sobreestimulada. Si tú también te subes a todo por subirte, puedes volverte loco. Trato de mantener mi autenticidad siendo yo. Subo lo que siento en el momento. Y eso funciona más. Porque la gente ama lo orgánico. Puede haber un trend muy viral, pero si no conectas, no pasa nada. Cuando lo haces desde lo que siente tu corazón, va muy bien. Y eso también es parte de que la risa también es resistencia.
¿Qué le dirías a tu yo de hace cinco años, antes de la peluca, los likes y los comentarios intensos? ¿Consejo o tequila?
Le diría que para poder cumplir sus sueños va a tener que pasar por muchas cosas, pero eso no quiere decir que no lo pueda disfrutar. Toda acción tiene una consecuencia. Y consecuencia de hoy dedicarme a lo que amo, es a veces tener que soportar cosas no tan agradables. Pero vale la pena. Todo vale la pena. No es lo que domina tu vida. Así que: ¡síguelo haciendo, chica, vas muy bien!
¿Qué planes vienen para Herly en los próximos meses? ¿Se vale soñar con tour, libro, serie, merch?
Mi marca de ropa. Llevo dos años pensándola. Quiero una marca que no sea solo merch, sino ropa linda para todas las tallas y presentaciones. Me encantaría hacer teatro musical, seguir haciendo música, stand-up… tal vez un libro. Todo esto apenas está empezando. Yo siempre he creído que el límite es el cielo, así que soy capaz de hacer lo que sea.
¿Cómo te gustaría que te recuerden?
Como Herly. La gente tiende a comparar, pero cada quien tiene su esencia y estilo únicos. He trabajado mucho en construir a Herly para que no haya una definición exacta de mí. No quiero que me recuerden como “la extrovertida” o “la colorida”. Quiero que me recuerde la gente que me conoció, que me amó, como una persona que daba mucho amor y hacía todo desde el corazón. Así me gustaría ser recordada.
Con cada sketch, Herly RG nos enseña que la comedia también puede ser crítica, reflexiva y profundamente humana. Sus pelucas, personajes y punchlines son solo la puerta de entrada a una conversación más profunda sobre quiénes somos y qué estamos dispuestos a cuestionar. La risa también es resistencia, y Herly lo demuestra sin pretensiones, con autenticidad y con un humor tan brillante como necesario.