Cómo cambiar lo dulce sin renunciar al sabor
Yo no les voy a mentir: soy fan hardcore de los postres. O sea, amo desde un buen panqué hasta esas galletas que huelen a infancia. Pero a mi edad ya entendí que si me paso con el azúcar, mi cuerpo me lo cobra (y feo). Entonces últimamente ando probando formas de cambiar lo dulce sin renunciar al sabor, porque neta no pienso vivir sin mis antojitos.
Cambiar lo dulce sin renunciar al sabor con stevia
La clave está en no prohibirme nada, sino en hacer pequeños cambios. Ahí fue cuando descubrí la stevia, que viene de una plantita sudamericana y se ha usado desde hace años. Pero ojo, no todas saben igual: algunas dejan ese sabor medio metálico raro. Justo por eso me clavé con Splenda® Stevia, porque usan extracto de stevia de alta pureza y el dulzor se siente súper natural, sin ese aftertaste incómodo.
Versatilidad real: café, matcha y hasta repostería
Otra cosa que me gusta es que puedo usarla en todo. Desde mi café de la mañana, en un matcha con hielos, hasta cuando me aviento a hacer galletas en casa. Hasta le pongo un poquito a las vinagretas para ensaladas o para balancear la acidez en salsas. Cambiar lo dulce sin renunciar al sabor también significa que mis recetas siguen igual de ricas, solo que sin el bajón de azúcar después.
Disfrutar sin culpa
Lo que más me vibra de Splenda® Stevia es que me ayudó a reconciliarme con lo dulce. Ya no pienso en los postres como en un “pecado”, sino como en un gustito que puedo darme sin miedo. Para mí no se trata de borrar el azúcar de mi vida, sino de encontrar un equilibrio. Y neta, con esta opción lo logré: sigo disfrutando de lo que me encanta, pero de una forma mucho más balanceada.
Al final, lo importante es que cada quien encuentre lo que le funcione. Yo ya elegí mi camino para cambiar lo dulce sin renunciar al sabor, y la neta no pienso soltarlo. Porque sí, amo cuidar mi cuerpo, pero jamás voy a dejar de amar lo rico de la vida.