Día del Maíz con Habanos: raíces que se disfrutan lento
En México, el maíz no es solo un ingrediente: es identidad, historia y símbolo de todo lo que somos. Cada 29 de septiembre celebramos el Día del Maíz, pero este 2025 la tradición se eleva con un maridaje inesperado y exquisito: la unión entre la gastronomía mexicana y los Habanos. Un encuentro que invita a saborear nuestras raíces con calma, respeto y mucha elegancia.
El ritual empieza en la mesa y se prolonga en la sobremesa. Porque el Habano, como el maíz, es paciencia y herencia: se disfruta después de comer, dejando que los sabores del plato dialoguen con el humo. No se trata de apresurar, sino de rendir homenaje a lo que perdura en el paladar.
Tres platillos, tres Habanos
TESTAL – Tradición con sofisticación
El chef propone corundas de maíz con costilla de cerdo, bañadas en salsa roja con crema y queso Cotija. La untuosidad del plato encuentra su contraparte en el Hoyo de Monterrey Epicure No. 2, un Habano suave, vegetal y cremoso que realza la nobleza del maíz sin opacar la intensidad de la carne.
Gran Cantina Filomeno – Maíz en clave contemporánea
Los sopes de carpaccio de res se convierten en un manifiesto de creatividad: crocantes, frescos y llenos de textura. A su lado, el Cohiba Siglo II despliega notas florales y especiadas, equilibrando la delicadeza de la carne con el tostado del maíz. Una dupla que mezcla tradición y modernidad sin esfuerzo.
La Buena Barra – Dulce homenaje al recuerdo
El postre estrella es un helado de elote con dulce de leche, nueces y coco, servido sobre una mazorca rellena. El maridaje con Trinidad Reyes es pura alquimia: madera suave, miel y frutos secos que se funden con la dulzura láctea. Un final armónico que convierte la sobremesa en un ritual.
El Día del Maíz como lujo cultural
Maridar platillos con Habanos no es una ciencia exacta, es un arte. El maíz ofrece infinitas formas de exploración y, al unirlo con el tabaco, descubrimos una nueva forma de apreciar nuestras raíces. Porque el verdadero lujo no siempre está en lo exclusivo, sino en lo que se disfruta lentamente: una corunda humeante, un sorbo de mezcal, un Habano encendido.
Este Día del Maíz nos recuerda que las raíces también pueden vivirse como un universo sensorial, donde la tradición mexicana y el tabaco premium se encuentran para narrar nuestra historia con elegancia.
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