Jimena Bustamante: Pasión que trasciende fronteras
La pasión que trasciende fronteras define la trayectoria de Jimena Bustamante, una joven artista mexicana que, a sus 22 años, ha conquistado escenarios internacionales, giras con grandes artistas y producciones que le han abierto un camino brillante. Su historia es la de una bailarina que, con disciplina y entrega, convirtió los obstáculos en oportunidades y los sueños en realidad.
Platícame un poco: tu carrera abarca escenarios, cámaras, acrobacias… pero si tuvieras que contarle a alguien quién eres como artista, ¿por dónde empezarías esa historia?
Mis papás al principio no querían que yo fuera bailarina profesional por todos estos estereotipos en México. Pero ahora, con 22 años, estoy fuera del país con un contrato con Nicky Jam y muchos proyectos. Ese momento en el que entendí que el baile era lo mío me marcó para siempre.
Cuando estás en el escenario rodeada de luces y música, ¿hay algún recuerdo o emoción que siempre regrese a ti y te recuerde por qué empezaste?
Sí, siempre regreso a esa sensación de libertad y plenitud que me hizo enamorarme del baile. Cada show me conecta con esa emoción.
Has trabajado en producciones de impacto internacional, pero ¿cuál ha sido ese momento fuera de cámaras o backstage que marcó un antes y un después en tu carrera?
Más allá del glamour, hay momentos duros. Pero uno que recuerdo con cariño fue cuando alguien que admiraba mucho me apoyó, incluso me ayudó con mi visa de trabajo. Gracias a eso pude audicionar para un tour y también participar en un documental de Disney+. Eso cambió mi vida.
La gente ve el brillo de las giras, pero no el desgaste físico y emocional. ¿Alguna vez pensaste en parar y qué te hizo seguir?
Sí, claro que lo pensé. Pero el amor por lo que hago siempre me impulsa a seguir.
Si pudieras dejar un mensaje en una libreta para tu yo del futuro, cuando ya no bailes profesionalmente, ¿qué le recordarías de esta etapa?
Que disfrute cada escenario, cada viaje y cada persona que conocí en este camino. Que todo valió la pena.
¿Cuál ha sido el artista o escenario que más te ha impresionado?
Definitivamente los tours internacionales. Bailar en culturas completamente distintas, con personas que ni siquiera hablan español, me ha enseñado que mi trabajo tiene un lenguaje universal.
Pasaste de escenarios nacionales a un tour mundial, ¿cómo cambió tu forma de ver tu talento?
Me hizo confiar más en mí. Me di cuenta de que mi talento no es solo válido en mi país, sino en cualquier parte del mundo.
Mencionabas los viajes. ¿Qué tan importantes son para un bailarín?
Muchísimo. Conocer otros países abre la mente y fortalece el cuerpo y la disciplina. Aprendes ética de trabajo, puntualidad y a cuidar tu herramienta principal: el cuerpo.
Tu versatilidad es impresionante: danza, acrobacia y actuación. ¿Cómo encuentras equilibrio entre tu estilo y la visión de cada artista o producción?
Saber adaptarse es clave. Hay que distinguir cuándo expresar nuestro propio estilo y cuándo ser parte de un conjunto homogéneo.
¿En qué crees que has tenido que trabajar más para llegar hasta aquí?
En la disciplina y la constancia. Eso me distingue.
Si mañana te propusieran un proyecto fuera de tu zona de confort, ¿qué tendría que tener para que aceptaras?
Que represente un reto artístico real y que me inspire a crecer.
Mirando atrás, ¿alguna decisión que al principio daba miedo y ahora agradeces?
Sí, muchas. Pero sobre todo la decisión de salir de México y apostarle a mi carrera internacional.
Y justo hablando de proyectos, ¿qué viene para ti?
Vienen nuevos retos, colaboraciones con creadores y artistas que admiro, y más escenarios que me motivan a seguir creciendo.
La historia de Jimena Bustamante es prueba de que la pasión que trasciende fronteras es más fuerte que cualquier obstáculo. Su disciplina, entrega y amor por el arte inspiran a creer que los sueños pueden llegar tan lejos como uno se atreva a bailarlos.