Rinomär: mi truco para sobrevivir al otoño
Cada que llega el otoño yo ya sé lo que me toca: aire seco, polvo, polen y, obvio, mis alergias haciéndome la vida imposible. Estornudos, nariz tapada y esa sensación de no poder dormir bien. Y aunque me encanta la temporada, también me la paso buscando formas de poder respirar sin sentirme pesado todo el día, como Rinomär.
Hace poco empecé a usar Rinomär, un spray nasal hecho con agua de mar, y la verdad es que me ha sorprendido lo mucho que ayuda. No es nada complicado: lo aplico en la mañana antes de salir y en la noche antes de dormir, y siento que me limpia la nariz de todo lo que se va acumulando. Y cuando tengo días pesados de alergia, lo uso un par de veces más y me saca del apuro sin resecarme.
Rinomär: respirar sin drama
Lo que me gusta es que es bastante suave. No me da esa sensación agresiva que tienen otros sprays, más bien hidrata y calma. Y aunque está pensado para toda la familia, para mí ha sido como un truco personal para que el cambio de estación no me deje tan tirado.
También siento que usarlo seguido evita que se me tapen tanto las fosas nasales en la noche, lo cual es clave porque dormir con la nariz congestionada es horrible. Al día siguiente amanezco menos cansado y con más ganas de moverme, en lugar de andar arrastrándome con la alergia encima.
No digo que sea mágico ni que me haya “curado” las alergias, pero sí me hace la vida más ligera. Para mí, Rinomär se volvió parte de esos básicos de otoño, como traer suéter por si acaso o cargar con un café caliente. Es ese detalle sencillo que cambia mucho mi día a día: poder respirar mejor.