PUMA SUEDE XL: los sneakers se encuentran con el hip hop
Si algo me mueve tanto como el ritmo es un buen par de sneakers, y lo que pasó con PUMA y sus SUEDE XL fue justo ese momento mágico donde la moda, la música y el baile se mezclan hasta hacerte vibrar. Imaginen un evento donde el freestyle, el hip hop y el streetstyle se juntan y terminan convirtiéndose en una fiesta urbana de esas que se quedan tatuadas en la memoria.
Yo estuve ahí, en el Cypher Rap, y les digo: más de 300 personas reunidas. La energía estaba tan densa que hasta el piso parecía latir al ritmo de los beats. El maestro de ceremonias fue Aczino, el freestyler más grande de la escena y embajador de PUMA. Que no solo dominó con sus rimas, sino que demostró por qué los SUEDE XL son más que un sneaker: son parte de la cultura.
Sneakers que se sienten como música en los pies
El escenario ardió con invitados brutales: Lobo Estepario, Kódigo, Sumeria y DJ Trill. Cada uno llevó la vibra al siguiente nivel, todos luciendo los SUEDE XL, esa silueta chunky que revive lo mejor del streetstyle y lo conecta con el presente.
Lo más épico fue cuando la barrera entre escenario y público desapareció. De pronto, gente del crowd subió a bailar breakdance y el cypher se convirtió en un círculo real, donde todos participábamos. Y como si fuera poco, dos valientes se aventaron a rapear frente a Aczino y su crew. Fue esa sensación de comunidad, de que todos estábamos siendo parte del mismo latido urbano.
PUMA SUEDE XL y la cultura callejera
Este no fue un evento cualquiera. Antes del cypher, hubo activaciones de baile urbano y graffiti. Todo pensado para que los SUEDE XL no solo fueran vistos como sneakers, sino como un statement de cultura callejera. Porque al final, estos tenis no son un recuerdo vintage, son el presente de la nueva generación que vive entre rimas, beats y pasos de baile.
Salí con la vibra altísima. Convencido de que la SUEDE XL es más que un sneaker: es como el track que nunca pasa de moda, que te acompaña desde la primera nota hasta el último drop.