Hackett London redefine la elegancia invernal
Cuando hablamos de moda británica, Hackett London se ha convertido en sinónimo de tradición con un giro inesperado. Esta temporada Otoño–Invierno 2025, la firma no solo trae looks impecables, también nos presenta un relato visual protagonizado por Carlos Sainz y su hijo, donde el estilo familiar se vuelve el nuevo lujo.
La campaña se mueve entre paisajes de Oxfordshire con niebla, jardines interminables y mansiones que parecen salidas de una película de época. Sin embargo, la vibra no es clásica y aburrida, sino fresca, competitiva y con un humor elegante que te hace querer vivir esa experiencia en carne propia.
Hackett London celebra tradición y modernidad
Por un lado, vemos la sastrería clásica reinventada: tweed, overshirts y abrigos británicos que se sienten tan cool como atemporales. Por otro, entran en juego texturas inesperadas, colores que evolucionan con la temporada y tejidos híbridos que convierten cualquier outfit en pura versatilidad. ¿Lo mejor? Los detalles modernos como forros desmontables o internos especiales que elevan cualquier look sin que tengas que pensarlo demasiado.
Además, la campaña nos recuerda algo importante: la moda no es estática. Así como la relación entre padre e hijo se transforma y se reinventa, la sastrería de Hackett London también encuentra nuevas formas de expresarse. No son simples abrigos o jerseys, son piezas que cuentan historias.
Hackett London y el poder de la herencia
Ahora bien, más allá de los looks, hay algo que engancha fuerte: el contraste entre dos generaciones. Carlos Sainz y su hijo no aparecen como rivales, sino como cómplices en un juego de estilo que mezcla precisión, espontaneidad y ese tipo de complicidad que no se compra, se hereda. Y eso, en el mundo de la moda, se convierte en pura inspiración.
Hackett London logra lo que pocas marcas pueden: mantener vivo el legado británico mientras conecta con quienes buscan autenticidad y frescura. Esta colección no es solo ropa para invierno, es una invitación a vivir la tradición con ojos nuevos, y a llevar la elegancia como una actitud, no como una imposición.