«Alebrijes: Arte que Cobra Vida»
A ver, si alguna vez has visto esas figuras súper locas, con colores que explotan y formas animales que parecen sacadas de un trip onírico, entonces ya conoces los alebrijes. Pero, ¿sabías que detrás de cada uno de estos bichos fantásticos hay toda una historia mágica y cultural? Así que si eres fan de lo mexicano, el arte tradicional, o simplemente del aesthetic maximalista, aquí te va todo lo que necesitas saber sobre estas criaturas que mezclan tradición con creatividad en su forma más badass.
¿De dónde vienen los alebrijes?
Te doy un poco de contexto; Pedro Linares está detrás de este increíble arte. Todo comenzó en los años 1930, cuando Pedro, un artista cartonero de la CDMX, cayó súper enfermo. Mientras estaba medio out por la fiebre, se le apareció un sueño bien random: criaturas extrañas, llenas de colores y combinaciones weird de animales. O sea, imagina un león con alas de dragón y cola de serpiente, todo envuelto en arcoíris. La neta, suena como algo salido de una peli de fantasía.
Cuando Pedro salió del delirio, no se quedó quieto y decidió recrear esas criaturas usando cartón y papel maché. Y boom, nacieron los alebrijes. Su arte pronto captó la atención de pesos pesados como Frida Kahlo y Diego Rivera. Sí, los íconos del arte mexicano. Ellos fueron los que ayudaron a que el trabajo de Pedro se hiciera conocido en todo México, y eventualmente en todo el mundo. ¡Pedro la rompió!
Oaxaca y los alebrijes de madera: los naguales
Aunque los alebrijes empezaron en CDMX, la cosa no se quedó ahí. En Oaxaca, específicamente en San Martín Tilcajete, este arte evolucionó a algo más único. Aquí los alebrijes no son de cartón, sino que están esculpidos en madera de copal y pintados con colores aún más vibrantes. Cada alebrije oaxaqueño tiene una onda especial porque, además de ser estéticamente cool, están cargados de significado místico. Se les conoce como «tonas» o «nahuales» y están asociados con la creencia zapoteca de los animales de poder y espíritus protectores.
Los artesanos de Oaxaca tienen un skill increíble. Cada pieza que hacen es un trabajo que viene de generaciones pasadas. Es como si cada alebrije fuera un mini totem espiritual lleno de historias. Los detalles que ponen en cada escultura son impresionantes, desde los ojos súper expresivos hasta los patrones geométricos que cubren todo el cuerpo del alebrije.
Alebrijes: Más que arte, pura vibra cultural
Una de las razones por las que los albergues han trascendido fronteras es porque, además de ser figuras súper estéticas y coloridas, representan la capacidad de los mexicanos para transformar sueños en realidades. Cada alebrije es una mezcla entre lo real y lo imaginario, como un reflejo de cómo los mexicanos toman lo que tienen, lo remezclan y crean algo totalmente nuevo y original.
Estos bichitos se han convertido en un emblema cultural que resuena globalmente. Si alguna vez has visto una expo de arte mexicano fuera del país, seguro había uno o dos alebrijes presentes, destacando por su trabajo artesanal y su vibración única. Además, los alebrijes son un símbolo de cómo las tradiciones en México no son cosas del pasado, sino que siguen vivas y evolucionando, siendo adoptadas por nuevas generaciones y contextos.
DeCorazón México: Arte con propósito
Estoy segura que te van a dar ganas de hacer uno con tus propias manos; tienes que conocer DeCorazón México. Esta galería, ubicada en el artsy barrio de San Ángel, CDMX, es el spot para descubrir y apoyar el trabajo de los mejores artesanos mexicanos.
Lo cool de DeCorazón es que trabajan bajo un modelo de comercio justo. Nada de regateos que infravaloran el trabajo de los artesanos. Aquí los creadores reciben su pago al momento, nada de consignación ni nada shady. ¿Lo mejor? Si te late hacer cosas DIY, la galería ofrece talleres mensuales donde puedes crear tu propio alebrije con la ayuda de los artesanos OG. Mientras pintas y das forma a tu criatura, te sirven unos buenos canapés y drinks, así que no solo es arte, también es experiencia. Totalmente vibes, ¿no?
Los alebrijes: un arte vivo que puedes llevar a tu casa
¿Lo tuyo es más coleccionar arte que hacerlo? En DeCorazón tienen una selección bien curada de alebrijes únicos, cada uno con su propia historia y estilo. Y si no puedes ir a San Ángel, checa su e-commerce en DeCorazonMexico.com. Tienen envíos internacionales, así que no importa si estás en CDMX o en Tokio, puedes tener un pedazo de esta tradición mexicana en tu sala, tu cuarto o donde sea.
El futuro de los alebrijes en la cultura pop
Los alebrijes han pasado de ser figuras artesanales a colarse en la cultura pop. Si viste la película de Coco, recordarás que hay un alebrije gigante, Pepita, que acompaña a la abuela Imelda en su viaje por el mundo de los muertos. Esta película puso los alebrijes en el spotlight global y ayudó a que más personas conocieran sobre su importancia en la cultura mexicana. Ahora, los alebrijes están en todas partes: desde el arte callejero hasta la moda y el diseño. Incluso marcas internacionales están colaborando con artesanos mexicanos para llevar esta tradición a nuevas audiencias.
Crea tu propio alebrije
¿Te sientes inspirado y con ganas de darle vida a tu propio alebrije? Pues aquí te van unos quick tips para que te animes a hacerlo en casa:
- Materiales: Cartón, papel maché, o si quieres algo más fancy, prueba con madera suave como el copal.
- Diseño: combina animales. Piensa en un jaguar con alas de águila o un camaleón con cuernos de venado.
- Colores: Más es más. No tengas miedo de mezclar tonos brillantes y contrastantes. ¡Todo vale!
- Detalles: Agrega patrones geométricos o elementos de la naturaleza como hojas, estrellas o lunas.
Es como armar tu propio Pokémon, pero con una vibra 100% mexicana.
Why you need an alebrije in your life
Al final del día, un alebrije no es solo una figura bonita que decora tu espacio. Es una representación de la capacidad que todos tenemos para soñar, crear y darle vida a esos sueños, por más irreales que sean. Así que, ya sea que decidas comprar uno, hacer el tuyo o solo admirar esta forma de arte, los alebrijes son proof de que la magia está en todas partes. Solo necesitas abrir los ojos y dejar que los colores te guíen.