«Microplásticos: El enemigo invisible diario»
¡Hola a tod@s! Vamos a hablar de algo que, honestamente, debería preocuparnos a todos, porque aunque el plástico es parte de nuestra vida, la neta es que está arruinando más de lo que pensamos. Platicamos sobre microplásticos y cómo nos están afectando sin que apenas lo notemos. Así que, agárrate, porque este artículo te va a dar una nueva perspectiva sobre lo que pasa con ese vasito de agua que te tomas diario, ya sea del grifo o embotellada.
El plástico está en todos lados, literal
Okay, sabemos que el plástico es básicamente everywhere. Está en nuestros envases, en la ropa que usamos, en los utensilios de la cocina, en el makeup, y la lista sigue. Lo usamos porque es super resistente y barato. Hasta ahí todo cool, pero el problema es que nadie piensa en lo que pasa cuando ese plástico se descompone en miles de mini pedacitos, conocidos como microplásticos. Y sí, suena cute, pero la realidad es otra. Estos pedacitos están flotando en el agua que tomamos, en el aire que respiramos, e incluso en nuestra comida. Ya sé, creepy, ¿no?
Un estudio de EnviroPlaNet nos explica que los microplásticos son partículas que miden entre 1 micra (¡eso es más pequeño que un grano de arena!) y 5 milímetros. Y, aunque son microscópicos, pueden infiltrarse en básicamente cada aspecto de nuestras vidas. De hecho, ¡hay microplásticos en el agua del grifo y en la embotellada! Eso significa que, quieras o no, hay una gran probabilidad de que estén entrando a nuestro cuerpo cada vez que tomamos un traguito de agua.
¡Estás tomando más que agua, babe!
Según un análisis de la Universidad de Newcastle en Australia, cada semana consumes unas 2,000 piezas de plástico. Sí, cada semana estás tragando lo equivalente a una tarjeta de crédito en microplásticos. Y si haces las matemáticas, eso suma alrededor de 250 gramos de plástico al año. ¿Y si te digo que cada vaso de agua que te tomas podría venir con una dosis de plástico gratis? No suena tan cool, ¿verdad?
El agua es super importante para que nuestro cuerpo funcione bien. Ayuda a mantenernos sanos, hidratados, y básicamente vivos, pero, ¿qué pasa cuando esa agua viene con un extra no deseado de microplásticos? Las autoridades de salud ya han levantado varias alertas sobre esto.
Leandro Barrionuevo, cofundador de la empresa de purificación de agua Pura, lo explica clarito: «El agua que sale de la llave puede tener microplásticos de diferentes tipos, como polietileno, poliéster y PVC, en diversas formas y tamaños». La cantidad depende de varios factores, como el estado de las tuberías o las instalaciones del hogar.» Así que, aunque pensemos que el agua embotellada es la opción más «limpia», spoiler alert: tampoco está libre de microplásticos.
El agua embotellada no es la salvación
Lucas Barrionuevo, otro cofundador de Pura, nos cuenta que los microplásticos en el agua embotellada vienen, nada más y nada menos, que del propio envase. Yup, el plástico de la botella se descompone y libera estas partículas en el agua que crees que es más segura. Así que, ya sea que estés tomando agua del grifo o embotellada, lo más probable es que estés consumiendo un combo de agua y plástico.
Este es un dato mind-blowing: muchas personas no consideran el impacto ambiental de elegir agua embotellada. Pensamos que estamos siendo eco-friendly o al menos más cuidadosos con nuestra salud, pero la verdad es que los microplásticos de una sola botella de agua pueden terminar en el océano, en los animales, y eventualmente, de nuevo en nosotros. Es un ciclo súper tóxico del que no hemos sido lo suficientemente conscientes.
Microplásticos y contaminantes emergentes: The ugly truth
Ahora, si piensas que los microplásticos son lo peor, espera a escuchar sobre los «contaminantes emergentes». Estos son sustancias químicas, como los PFAS y los BPAs, que también están presentes en los plásticos, especialmente en el agua embotellada. Estas sustancias han sido asociadas con problemas graves de salud como infertilidad, trastornos hormonales, e incluso depresión. La neta, son una bomba de tiempo para el cuerpo humano y, tristemente, están en el agua que tomamos a diario.
Y no solo afecta a las personas. Estos microplásticos también están matando animales marinos. Piensa en los peces y otros animales que comen plástico pensando que es comida. Luego, esos mismos peces terminan en nuestros platos, lo que significa que estamos comiendo plástico a través de ellos también. Es como una broma cruel del destino, ¿no crees?
¿Qué podemos hacer al respecto?
Okay, ya sabemos que los microplásticos están en todos lados, pero ¿qué podemos hacer para protegernos de ellos? La respuesta no es tan simple, pero hay varias acciones que podemos tomar. Por ejemplo, usar purificadores de agua es una gran opción para reducir la cantidad de microplásticos que consumimos. Estos purificadores filtran el agua y eliminan gran parte de esos contaminantes que podrían estar haciendo daño a nuestra salud.
Otra opción es reducir el consumo de plásticos de un solo uso. Sí, sé que es difícil porque están en todos lados, pero puedes empezar con cambios pequeños, como usar botellas reutilizables y evitar productos que vienen en envases plásticos.
Como mencionó uno de los cofundadores de Pura: «Si no tomamos acción, para 2050 habrá más plástico que peces en el océano. Es hora de tomar el control y pensar en lo que estamos consumiendo. Al final del día, es nuestra salud y la del planeta lo que está en juego.