Marilyn Cote: La Médica Fake
Chicxs todes nos hemos metido a Google a buscar algo como «dolor de cabeza constante, ¿Qué puede ser?» o, más extremo, «¿me estoy muriendo si siento XYZ?». Y no es raro que terminemos cayendo en perfiles de «especialistas» en redes que, con un feed bonito y publicaciones persuasivas, prometen salvarnos de todos nuestros males. Pero, ¿Qué tan seguro es confiar en un perfil que encontramos en TikTok o Instagram? Más vale que te pongas pilas, porque no siempre es lo que parece.
Lo que pasa con el acceso a internet es que nos da TODO en segundos, pero también abre la puerta a un montón de riesgos. Cada vez hay más personas confiando ciegamente en perfiles de «doctors» sin checar si realmente tienen la preparación necesaria para atendernos. Y ahí es donde entran los red flags que lowkey todos ignoramos.
Casos que nos Dejan Shook
¿Escuchaste el caso de Marilyn Cote? Resulta que esta mujer tenía credenciales académicas bien impresionantes: abogada, con maestría en criminalística y un doctorado en psicología. Hasta ahí, todo bien, ¿no? Peeero, su currículum era solo la punta del iceberg. Cote se hacía pasar por médica especializada en neurociencias y neuropsicología, usando documentos falsos para validar su práctica. Sí, leíste bien, FALSOS.
En redes, su presencia era impresionante. Prometía curas rápidas para ansiedad y depresión, diagnosticaba enfermedades graves como esquizofrenia y recetaba medicamentos controlados como si fueran dulces. Esto no solo es ilegal, sino extremadamente peligroso. Imagínate estar confiando tu salud mental a alguien que ni siquiera tiene la preparación adecuada.
Y por si esto no fuera suficiente para darnos un wake up call, hay más historias que te dejan pensando dos veces antes de confiar en cualquier «profesional». Por ejemplo, en Querétaro, una supuesta cirujana plástica le arruinó la vida a al menos siete pacientes con operaciones mal hechas. O el caso en Durango, donde una anestesióloga falsa causó la muerte de una paciente porque no tenía ni idea de lo que estaba haciendo.
¿Cómo Podemos Protegernos?
Aquí es donde entra Klibu, una plataforma diseñada para ayudarnos a verificar identidades y asegurarnos de que estamos en buenas manos. Según Fátima Herrera, Product Manager de Klibu, no basta con confiar en que alguien se ve «profesional» en su perfil de redes. Hay que hacer nuestra tarea e investigar. Suena aburrido, lo sé, pero es mejor invertir tiempo en esto que arriesgar tu salud o, peor aún, tu vida.
Los 4 Pasos que no Puedes Saltarte
Si estás pensando en ir con un especialista que encontraste online, te recomiendo que sigas estos consejos:
- Chequea su identidad
Antes de cualquier cosa, asegúrate de que la persona sea quien dice ser. Pide documentos oficiales como INE, CURP o RFC. También puedes revisar si su nombre aparece en listas negras relacionadas con fraudes o actividades ilegales. - Verifica su trayectoria
No te dejes llevar solo por un feed bonito o por las stories súper profesionales. Busca sus títulos y especialidades en registros oficiales, como el Registro Nacional de Profesionistas. Además, checa si tiene experiencia en hospitales, clínicas reconocidas o si ha publicado investigaciones. Todo esto habla de su preparación y reputación. - Investiga reseñas reales
No te fíes solo de los comentarios en su perfil, porque es fácil manipularlos. Busca opiniones en plataformas confiables y lee con atención. Si algo suena demasiado perfecto o como un anuncio de televisión, probablemente no sea legítimo. - Desconfía de las promesas mágicas
Si alguien te dice que puede «curarte» en una semana o solucionar un problema súper complicado en tiempo récord, corre. La salud no funciona así, y quienes prometen resultados inmediatos casi siempre están mintiendo.
La Realidad de los Médicos en Redes
Aunque hay muchos profesionales súper éticos y preparados que usan las redes para conectar con pacientes y educar, también hay quienes aprovechan la confianza de la gente para hacer negocio sin importar las consecuencias. Por eso, es esencial que nunca tomemos decisiones basadas solo en lo que vemos en Instagram o TikTok.
La clave está en encontrar un balance. Puedes usar las redes para descubrir nuevos especialistas o para aprender más sobre temas de salud, pero siempre valida la información en fuentes confiables.
¿Qué Podemos Aprender de Esto?
Este tipo de casos nos recuerdan lo importante que es tomar en serio nuestra salud. Vivimos en un mundo donde la inmediatez lo es todo, pero cuando se trata de algo tan delicado como nuestro cuerpo y nuestra mente, no podemos darnos el lujo de ser descuidados. Investigar, cuestionar y ser críticos es la única forma de protegernos.
Así que, la próxima vez que veas un perfil en redes que promete «curarte» de todo con métodos mágicos o que diagnostica enfermedades complejas a través de un DM, piensa dos veces antes de confiar. Y recuerda, si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea.