San Valentín sin violencia
En pleno siglo XXI, hablar de consentimiento aún es necesario. Imaginen esto: es 14 de febrero, todo es corazones y flores, pero hay un tema que se queda fuera del discurso romántico: el consentimiento sexual. Aunque parezca básico, el 35% de los adolescentes en México no tiene claro qué significa. O sea, más de una tercera parte de morrites que pueden estar entrando a relaciones sin saber si están realmente de acuerdo. Alarmante, ¿no?Si queremos celebrar el amor sin violencia, es clave educarnos en el consentimiento.
Relaciones sin violencia: la base del respeto
Para empezar, hay que entender que el consentimiento es la base de cualquier interacción sana. Sin él, no hay respeto ni autonomía. Sin embargo, en un ambiente donde la comunicación es limitada y el cuerpo aún se percibe de forma confusa, muchos jóvenes se ven influenciados por expectativas externas. En lugar de decidir desde su propio deseo, acaban cediendo por presión, miedo o falta de información. Y eso, amix, no es consentimiento real.
La ignorancia no es inocente
Además, las estadísticas pintan un panorama oscuro: la violencia sexual en relaciones de pareja sigue aumentando, sobre todo para las morras. Según la ENDIREH 2021, los casos de relaciones sexuales forzadas desde los 15 años han crecido. A esto se suma que siete de cada diez mujeres han vivido algún tipo de violencia física o sexual en pareja, pero menos del 14% busca ayuda. Si no nos educamos en consentimiento, estos ciclos de abuso y sometimiento se siguen repitiendo.
Educar para decidir
Por eso, es urgente que se hable del tema, que se integre en la educación y que se normalice pedir y dar consentimiento de forma clara y sin presiones. Si nosotres mismes no sabemos decir «sí» o «no» desde el conocimiento y la autonomía, ¿cómo podemos esperar relaciones sanas? Es momento de dejar de ver el consentimiento como un extra y entender que es una base fundamental para el respeto y el placer mutuo.
Si quieren profundizar en este tema, chequen el trabajo de ILAS, una organización que se dedica a prevenir el abuso sexual infantil y promueve una educación libre de violencias.
Amar sin violencia: un compromiso real
En este San Valentín, celebremos el amor, pero hagámoslo de manera informada y responsable. La ignorancia no es inocente, y el consentimiento no es opcional. Hablemos de ello, eduquemos a nuestras compas y construyamos relaciones donde todxs tengamos voz y decisión. Porque el verdadero amor se basa en el respeto, no en la imposición.