Tiempos de Desamor Financiero: Descifrando las Deudas Después de una Ruptura
hoy quiero hablarles sobre algo que no es tan lovey-dovey, pero real: las deudas después de una ruptura. ¿Se acabó el amor? Pues, también se acaban las responsabilidades financieras juntas, y eso es un rollo que vale la pena analizar.
Ahora, imaginen esto: estás en medio de un breakup y, además de lidiar con el drama emocional, surge la pregunta de quién paga qué. La realidad es que las deudas no entienden de corazones rotos, así que aquí les dejo la onda.
Primero que todo, las deudas están ligadas al régimen que tenían como pareja. Coperva, esa startup que sabe de todo esto, nos cuenta que para evitar broncas, hay que revisar bien los acuerdos que hicieron. Pero, ya saben, en el amor como en las deudas, las cosas pueden complicarse.
En México, un tercio de las parejas que se separan lo hace de manera amigable, según el INEGI. Y sí, puede haber amor después del adiós, pero ¿qué pasa con el saldo de la tarjeta de crédito?
Bueno, mis queridxs, las deudas pre-matrimonio son individuales. Lo que es tuyo, es tuyo, y eso incluye las deudas que trajiste al juego del amor. Si decidieron unirse en bienes mancomunados, la cosa se pone más real. La responsabilidad es compartida, pero también los beneficios. Y si se van a lanzar con una tarjeta de crédito juntos, que ambos firmen, ¿okis?
Ahora, si optaron por bienes separados, las deudas son cosa de quien las contrajo. Simple, ¿no? Pero, ¿y si las deudas son como esa canción pegajosa que no se va? Pues, se pueden renegociar, transfiriendo la responsabilidad a una sola persona, dependiendo de sus habilidades económicas.
Al final, mis queridxs, la gestión de las deudas en una ruptura puede ser un verdadero desmadre, varía según la jurisdicción y los acuerdos. Lo más importante es tener el control de nuestras finanzas y entender qué derechos y obligaciones tenemos. Así que, en el juego del amor y las deudas, que nadie salga perdiendo. ¡Cuídense, que el mundo es suyo!