Todo el Silencio: Un Brillante Debut Cinematográfico y Sus Seis Nominaciones al Ariel
Les tengo que contar sobre una joyita del cine mexicano que está dando de qué hablar. «Todo el Silencio», la ópera prima de Diego del Río, ha arrasado con seis nominaciones para los Premios Ariel de este año. Desde Mejor Película hasta Mejor Sonido, esta película está rompiendo barreras y poniendo en alto el talento nacional.
Para empezar, este filme no es solo una película más. Es una declaración de amor al arte cinematográfico y teatral, combinando lo mejor de ambos mundos para contar una historia auténtica y conmovedora. Con nominaciones tan destacadas, como Mejor Actriz para Adriana Llabrés y Mejor Coactuación Femenina para Ludwika Paleta, «Todo el Silencio» demuestra que el esfuerzo y la pasión del equipo resonaron profundamente.
En primer lugar, la nominación a Mejor Película y Mejor Ópera Prima para Diego del Río consolida su transición exitosa del teatro al cine, honrando sus raíces teatrales al incluir a actrices y actores clave en el proyecto. Además, el director ha logrado destacar la comunidad sorda de México, ofreciendo una representación auténtica que brilla en la pantalla grande.
Por otro lado, el vínculo entre Adriana Llabrés y Ludwika Paleta es única desde el inicio de la película, evolucionando de manera conmovedora a lo largo del metraje. La química entre estas dos talentosas actrices es innegable y merecidamente reconocida con estas nominaciones. Es un ejemplo claro de cómo la experiencia y el talento se unen para crear magia en la pantalla.
En cuanto al guión, Lucía Carreras demuestra una vez más su maestría con «Todo el Silencio». Su habilidad para abordar temas complejos como el duelo y la inclusión desde diversas perspectivas proporciona una base sólida para el desarrollo de la película, haciendo que cada escena tenga una conexión con el público.
Finalmente, el diseño sonoro a cargo de Miguel Hernández, Mario Martínez Cobos y Liliana Villaseñor merece una mención especial. No solo complementa visualmente la experiencia cinematográfica, sino que también invita al espectador a sumergirse por completo en el mundo sensorial de la protagonista, Miriam.