Dormir: El entrenamiento que nadie te dice

Si estás entrenando para el Maratón de la Ciudad de México, seguramente tu vida gira en torno a kilómetros, series de velocidad, rutinas de fuerza y hasta la cantidad exacta de electrolitos que tomas. Yo estaba igual, hasta que entendí algo que cambió por completo mi preparación: correr mejor empieza con dormir mejor.

Sí, suena obvio, pero no lo es. El sueño profundo es el momento en el que el cuerpo se repara de verdad. Es ahí cuando se libera la hormona del crecimiento, la que reconstruye músculos, regenera tejidos y te ayuda a no lesionarte. Pero entre el calor, el estrés de los entrenamientos y el insomnio pre-carrera, dormir bien puede volverse misión imposible.

Cómo descubrí el “hack” del descanso

Hace poco conocí el Pod de Eight Sleep y, honestamente, se volvió parte de mi rutina igual que mis tenis de correr. Imagínate una cama que se adapta a ti en lugar de al revés. Este sistema regula la temperatura (cada lado de la cama puede ir desde 13°C hasta 43°C), monitorea tu respiración y ritmo cardíaco sin que tengas que ponerte gadgets encima, y hasta ajusta todo en automático mientras duermes con su modo Autopilot.

La cereza del pastel: si roncas fuerte, levanta suavemente tu cabeza y reduce hasta un 45% el ruido. Es como tener un entrenador personal, pero de sueño.

Los resultados que se sienten al correr, después de dormir bien.

Después de dos semanas usando el Pod, noté que despertaba con más energía y menos fatiga. Y no era solo una sensación: estudios recientes muestran que dormir en el Pod puede darte mejoras comparables a seis semanas de entrenamiento físico. Hablamos de:

+23% en resistencia del tren superior. +16% en fuerza del core. +8% en capacidad aeróbica (VO₂ máx).

Yo no sé tú, pero prefiero sumar kilómetros mientras descanso que lesionarme por no dormir lo suficiente.

Dormir como parte del entrenamiento

Ver el descanso como parte de la preparación fue el cambio de chip que necesitaba. Y ahora, rumbo al maratón, tengo claro que la fórmula no es solo correr más, sino dormir mejor para rendir más.

Así que si también estás en ese viaje, dale la oportunidad a tu cama de convertirse en tu aliada. Créeme: tu yo del kilómetro 35 lo va a agradecer.

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