Baileys Chocolat Luxe: antojo de transición
Ayer me pasó algo que seguro no soy el único en vivir en esta temporada rara de transición. Ya sabes, esos días en que sales con calor de verano, pero de pronto se viene la lluvia, el viento y hasta sientes frío de otoño. El clima está tan indeciso que mi antojo también lo estaba: quería un chocolate caliente para abrazar el alma, pero al mismo tiempo el calor me pedía algo fresco, casi helado. Y obvio, lo quería con un “piquetito” —if you know what I mean—, porque no hay nada como relajarse con un saborcito dulce con ese twist adulto y que mejor que con un Bayley´s Chocolat Luxe.
Ahí fue cuando recordé una receta que tenía guardada: el Baileys Chocolate, hecho con Baileys Chocolat Luxe. Y sí, es justo lo que necesitaba: un chocolate cremoso, con sabor intenso y ese toque de licor que lo convierte en algo más que un simple postre. Perfecto para esos días donde el clima está jugando al volado entre verano y otoño.
Mi tarde con Baileys Chocolat Luxe
Te cuento cómo lo preparé: estaba en casa, escuchando la lluvia caer en la ventana pero con el calor aún pegando fuerte. Así que saqué mi shaker y me puse a jugar de bartender casero. La mezcla es tan sencilla que en cinco minutos ya estaba disfrutando de mi antojo resuelto.
INGREDIENTES:
- 40 ml de Baileys Chocolat Luxe
- ¾ de taza de leche líquida
- 40 ml de chocolate en polvo
- Crema batida al gusto
- Chocolate líquido al gusto
- 1 cucharadita de trozos de chocolate
PREPARACIÓN:
- En un shaker, se vierte 40 ml de Baileys Chocolat Luxe, 40 ml de chocolate en polvo y ¾ de leche líquida. Se agita.
- Finalmente se sirve la mezcla en una taza de cristal y se decora con crema batida, chocolate líquido y trocitos de chocolate, al gusto.
Lo serví frío, con bastante crema batida y un chorrito de chocolate líquido que se fue derritiendo poco a poco. Y mientras lo probaba pensé: esto es exactamente lo que necesito cuando el clima no se decide. Ni demasiado caliente, ni demasiado simple, y con ese toque de Baileys que hace que un día común se sienta especial.
La verdad es que tener una botella de Baileys Chocolat Luxe en casa es como tener un as bajo la manga. No solo es para cócteles elegantes, también funciona en momentos de antojo, cuando quieres consentirte sin complicaciones.
Así que sí, la próxima vez que el clima te confunda —calor de día, lluvia de tarde, frío de noche— ya sabes qué preparar. Un Baileys Chocolate que se disfruta como un abrazo dulce y fresco al mismo tiempo. Yo ya lo adopté como mi guilty pleasure de transición, y no pienso dejarlo ir.