The Ledge Los Cabos: cenas para foodies soñadores
Cada vez que viajo busco algo más que una cama cómoda o una buena playa: busco experiencias que se queden conmigo, y para mí, eso casi siempre significa comida. Por eso, cuando escuché que The Ledge Los Cabos, el restaurante insignia de The Cape, a Thompson Hotel, renovó por completo su propuesta de cenas, supe que era un lugar que tengo que visitar sí o sí en mi próxima escapada a Baja California Sur.
The Ledge Los Cabos: una evolución culinaria con esencia local
Lo que me encanta de este nuevo menú es que no pretende borrar lo que ya funcionaba, sino evolucionarlo. The Ledge reafirma su identidad como un referente culinario en Los Cabos, pero ahora lleva la experiencia nocturna a un nivel más escénico y sensorial. La cocina se reinventa con ingredientes locales y sustentables, presentados en vajilla artesanal que resalta cada color, textura y detalle de los platillos.
La propuesta combina la esencia de la cocina latina y mexicana contemporánea con un twist creativo que sorprende. Desde la mesa ya sientes que no estás en una cena cualquiera, sino en un momento diseñado para estimular todos los sentidos: sabores intensos, contrastes visuales y la brisa del mar como parte del ambiente.
Un menú que viaja por sabores y emociones
Entre lo que más me llamó la atención están las sopas de entrada, como la Crema de Chile Xcatik con maracuyá o la Sopa de Coco con mariscos, que me suenan reconfortantes pero con un toque inesperado. Para los que amamos probar combinaciones atrevidas, el Risotto con salsa huancaína y camarón (o cola de langosta, si quieres un upgrade) promete ser un must. El Filete de Res Prime con especias mexicanas y salsa de chapulín me parece el ejemplo perfecto de cómo The Ledge logra sofisticar ingredientes tradicionales sin perder su autenticidad.
Pero si tuviera que elegir un plato que me obsesionó desde que lo leí, es el Totoaba y Pipian: un filete de pesca sustentable acompañado de puré de camote, pipián verde, pepita de calabaza y cremoso de haba verde. Esa mezcla de mar, tierra y tradición es justo lo que espero de un menú en un lugar como Los Cabos.
Las entradas son pequeñas joyas, como los Tostones de Pulpo con salsa huancaína y camote confitado o el Tiradito de Totoaba con aguacate y vinagreta cítrica con habanero. Y para cerrar con broche de oro, los postres elevan el nivel con un Tiramisú con salsa de café de Veracruz y unas Texturas de Chocolate con mezcal y naranja confitada que ya me imagino disfrutando lentamente mientras escucho el mar de fondo.
La atmósfera también suma: hospitalidad relajada, diseño inspirado en una casa de playa mexicana y esa vista infinita al Pacífico que convierte cada bocado en un recuerdo.
Más que un nuevo menú, The Ledge propone un ritual nocturno: una manera de cenar donde cada plato cuenta una historia de Los Cabos y cada detalle está pensado para sorprender. Y yo, como foodie viajero, ya estoy contando los días para probarlo en persona.