3 hoteles boutique para un picnic frente al mar
Viajar siempre tiene esos momentitos que se quedan grabados para siempre: el sonido de las olas, la arena entre los dedos y una copa de vino mientras el sol se esconde. En este trip decidí darme un lujo chill: buscar hoteles boutique que no solo me hospedaran bonito, sino que me regalaran experiencias únicas. Y descubrí que el picnic junto al mar es la definición de vivir el presente. Te cuento cómo fue en tres lugares que ya forman parte de mis memorias favoritas.
🌅 El Perdido – Pescadero, Baja California Sur
Llegar a El Perdido fue como entrar a un refugio secreto en medio del desierto que termina en playa. Caminé diez minutos desde el hotel hasta la Playa El Pescadero y, literal, parecía que el mar estaba esperándome. La primera experiencia que probé fue la Sunset Experience: tapetes en la arena, sillas cómodas, una sombrilla que parecía sacada de Pinterest, y una tabla de charcutería con una botella de vino. Todo listo para ver cómo el cielo se pintaba de naranja y púrpura.
La segunda, la Beach Experience, me atrapó aún más. Estar ahí por la mañana, nadar en el mar, volver a la arena y encontrar una mesa servida con mariscos frescos, cerveza artesanal y cócteles preparados al momento fue otro rollo. Es de esas vivencias que sientes que solo pasan en películas, pero no: aquí en BCS te la montan como si fuera rutina.
📍 El Pescadero 111, La Paz, B.C.S.
📲 elperdido.com | IG: @elperdido.mx
🍹 Casona Sforza – Puerto Escondido, Oaxaca
De ahí, me lancé a Puerto Escondido, y Casona Sforza me dejó sin palabras. Su arquitectura orgánica se funde con el paisaje, así que cuando montan el picnic frente al mar, sientes que todo encaja de manera natural. Pedí de la carta un ceviche verde de pesca del día y un risotto de huitlacoche con trufa negra —que, btw, estaba de otro nivel— acompañado de una Margarita Sforza con mezcal artesanal.
Lo que más me marcó fue cómo todo se movía al ritmo del mar: las olas, la brisa, el equipo del hotel que se movía discretamente para que todo saliera perfecto. Era como si me hubieran puesto en pausa el mundo, para dejarme solo con mi plato, mi drink y el sonido del oleaje.
📍 La Barra Santa María Colotepec, Puerto Escondido, Oax.
📲 casonasforza.com | IG: @casonasforza
🐚 Lo Sereno, Casa de Playa – Troncones, Guerrero
El último spot fue Troncones, un paraíso todavía poco explorado. Lo Sereno es ese tipo de hotel boutique que te recibe como en casa, pero con una elegancia relajada. Su picnic privado frente al mar fue el mood más chill del viaje. Entre ceviche estilo Acapulco, tacos de pescado al pastor y un mojito fresco en mano, me descubrí viendo cómo el atardecer iba tiñendo el cielo de dorado y rosa.
La playa es amplia, casi vacía, y eso hace que la experiencia se sienta como tuya. El mar golpeando suave, la atención del staff siempre pendiente pero nunca invasiva… ese balance perfecto entre lujo y sencillez que solo un buen boutique hotel sabe manejar.
📍 Av. de la Playa Mza 20 Lote 12-CR, Troncones, Gro.
📲 losereno.com | IG: @losereno_casadeplaya
🌴 Picnic + mar = memoria inolvidable
Cada lugar me enseñó una versión distinta de lo que significa “hacer picnic frente al mar”: El Perdido es aventura y calma, Casona Sforza es contemplación y sabor, Lo Sereno es libertad y autenticidad. Si alguna vez buscan escapar de la rutina y regalarse un recuerdo que se quede tatuado, estos tres hoteles son la jugada perfecta.