Rita, la Pizza Fritta: la pizzería que cambió las reglas
En una ciudad donde la pizza parece haberlo visto todo —de la romana al horno de piedra, de la neoyorquina a la estilo Detroit—, Rita, la Pizza Frittallega a desafiar cualquier expectativa. Ubicada en Zamora 31, Condesa, esta propuesta creada por el chef Luis Delgado no solo ofrece una nueva forma de comer pizza, sino de entenderla.
Delgado, formado en el International Culinary Center de Nueva York y con experiencia en templos gastronómicos como Cosme, Casa Mono y Roberta’s, descubrió la pizza fritta napolitana durante un viaje a Italia. La historia lo fascinó: durante la Segunda Guerra Mundial, ante la escasez de hornos, los napolitanos comenzaron a freír la masa. Esa improvisación se convirtió en tradición.
Hoy, Rita honra ese legado con una técnica impecable: la masa se fermenta durante 48 horas con harina importada de Nápoles, se fríe en aceite Zero Acre (hecho de caña de azúcar fermentada) y, en algunos casos, se hornea para lograr el balance perfecto entre crujiente y esponjoso.
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La experiencia Rita: de la col de Bruselas a la miel picante
El recorrido empieza con una ensalada de coles de Bruselas que redefine el concepto de “entrada ligera”. Ácida, crujiente y coronada con granada, su equilibrio entre frescura y textura es adictivo. Sí, tan buena que terminé raspando el plato.
Luego llega la Media Defectuosa, una joya híbrida que parece una gordita de chicharrón italiana. Su relleno potente no se impone; convive con la masa suave y aireada que la envuelve. Es una fusión perfecta entre lo napolitano y lo chilango.
La Alpino eleva la simpleza: masa ligera, delgada, suave al tacto y al paladar. Cada bocado es etéreo, pero con sabor profundo.
Y la Montamarini cierra con fuegos artificiales: crujiente, dulce y crocante por el pistache, con un toque de miel picante que le da un twist inesperado. Es Italia en slow motion con un dejo mexicano y atrevido.
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Un rincón napolitano con alma mexicana
El espacio acompaña la propuesta sin distraerla. Minimalista, limpio, con tonos beige y verde oliva, Rita transmite calma. La música de bolero que suena de fondo suaviza la atmósfera y convierte la experiencia en algo íntimo, como una cena entre amigos en Nápoles… pero en plena CDMX.
A diferencia de otras pizzerías de la zona, aquí no hay pretensión: hay técnica, sabor y una clara intención de redefinir lo simple. Desde la elección de ingredientes hasta la precisión del aceite o la fermentación, cada detalle está pensado para destacar el producto.
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¿Por qué todos hablan de Rita?
Porque Rita no fríe solo pizza, fríe prejuicios. Rompe con la idea de que lo frito es pesado o culposo, demostrando que puede ser sofisticado, limpio y sorprendentemente ligero.
Con una carta que también incluye pastas, vinos italianos y mexicanos, y opciones frescas para compartir, Rita, la Pizza Fritta se consolida como uno de los nuevos imperdibles de la Condesa.
Ya sea que busques una experiencia distinta o simplemente quieras probar una pizza que cambia las reglas, este lugar merece un lugar en tu lista.
