Política Fiscal
Estamos entrando al último trimestre del año y se aproxima un 2022 donde se buscan mejores condiciones para la economía mexicana, una de las claves principales del crecimiento económico es la política fiscal comandada por el Gobierno Federal y la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, mucho se criticó al Gobierno por su nula respuesta ante las necesidades que provoco la contingencia por COVID-19, sin embargo, poco se sabe de las implicaciones que tiene una Política Fiscal expansiva y como debe de actuar el estado para llevarla a cabo, además de la efectividad que tendría en una economía como la mexicana.
Principalmente el gobierno mediante el control del gasto y del ingreso buscan influir de manera directa en las políticas económicas en busca de lograr ciertos objetivos en esta materia y la decisión será en función de las necesidades del ciclo económico y de la ideología del gobierno en el poder, es decir, al encontrarnos en un periodo recesivo de la economía podríamos esperar que el gobierno adopte una postura en su Política Fiscal de corte expansivo, sin embargo debido a la ideología del gobierno se mantiene una de corte neutral. Al contrario de esto, si estuviéramos en un periodo inflacionista, esperaríamos que la Política Fiscal fuese de corte contractivo.
Pensemos que la idea es una política fiscal de corte expansivo, que busca incentivar el crecimiento del PIB e impulsar la dinámica económica. Para aplicar esta medida existen distintas vías de acción:
- Reducción de los impuestos, lo que incentivaría principalmente al consumo de bienes.
- Aumento del gasto de gobierno, proyectos de inversión en infraestructura, escuelas, hospitales, espacios recreativos, etc.
- Condonación fiscal, es decir, incentivar la inversión privada mediante la condonación de impuestos y/o bonificaciones. Esta acción incentiva la demanda agregada.
- Transferencias de recursos mediante programas sociales.
Al contrario de esto, una política fiscal de corte contractivo busca enfriar la dinámica de la economía, esto para evitar problemas inflacionarios. Las vías de acción para implementarla se reducen a:
- Incremento de los impuestos, lo que desalentaría al consumo de bienes e inversiones del sector privado.
- Disminución al gasto público.
Es muy importante que exista una postura neutral, aunque pareciera que la política fiscal del gobierno mexicano es de corte contractivo, lo real es que es una política fiscal neutral, donde se busca mantener un equilibrio entre el gasto y el ingreso, de tal manera que no exista déficit o superávit fiscal, aunque se dijera que se disminuyo el gasto del gobierno, lo real es que solo hubo una redistribución de este.
Estamos a nada del 2022 y con la pasada ratificación del nuevo secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O, en donde no se esperan grandes cambios en la política fiscal, sin embargo, se espera un reordenamiento del gasto en busca de mejorar las condiciones económicas.