«Brunchea Chido en Casa Prunes»
¿Quién no ama un buen brunch? Es ese momento mágico entre el desayuno y el almuerzo donde puedes relajarte, comer comida deliciosa, y claro, echarte unas mimosas con tus amigos. Pero espérate, porque lo que vengo a contarte hoy va más allá de un brunch cualquiera. Se trata del brunch de Casa Prunes, un spot en la CDMX que está redefiniendo todo lo que pensabas sobre este meal sagrado.
¿Qué hay en el menú?
Casa Prunes se inspira en su estilo culinario icónico, donde mezclan lo mejor de los sabores auténticos mexicanos con toques de las cocinas francesa, italiana y del Mediterráneo. Sí, todo en un mismo brunch.
La experiencia arranca con una entrada fuerte: dos versiones de toast con pan de masa madre. ¿Fan de la cochinita? Entonces no puedes perderte el toast de cochinita pibil con guacamole rústico y cebolla morada encurtida. Cada mordida es una explosión de sabor: lo sabroso de la cochinita, lo cremoso del guac, y ese crunch de la cebolla.
Los clásicos con un twist: huevos y chilaquiles
Nadie se imagina un brunch sin huevos o chilaquiles, ¡right! Casa Prunes lo sabe, por eso en su menú encuentras una joya: los huevos a la cazuela bañados con salsa mexicana, aguacate, cebolla, y (por supuesto) más pan de masa madre. Todo está perfectamente balanceado, los sabores, la textura, cada bocado es una experiencia.
Vete por los chilaquiles con salsa verde. Pero si eres de los que aman el picante, prueba los chilaquiles con salsa de achiote y habanero. Trust me, ambas opciones son una locura de sabor. El crunch de las tortillas combinado con la intensidad de las salsas hace que te enamores del brunch all over again.
Platos con un sello especial: burrito y croissant, say what?!
Ahora sí, lo que viene next va a romper todo lo que sabías sobre brunch. Porque, honey, si creías que un brunch tradicional era lo tuyo, espérate a probar el burrito de arrachera. Cada mordida es una explosión de texturas y sabores que te hará pedir otro burrito antes de terminar el primero.
Pero espera, porque si te gusta lo más experimental, tienes que probar el croissant con chilaquiles de salsa chiltepín. Yep, lo leíste bien: croissant + chilaquiles. Esta joyita viene rellena de pollo empanizado, aguacate, y, por supuesto, esos chilaquiles bañados en una salsa chiltepín picosita. ¿Combo raro? Puede ser. ¿Delicioso? 100%. No te miento, después de probarlo vas a estar pensando en ese plato todo el día.
¿Eres de los que necesitan postre?
Si eres de los que no pueden terminar una comida sin algo dulce, relax, porque Casa Prunes tiene opciones que te harán suspirar. Para empezar, el clásico pero siempre irresistible pan francés, servido con crema de chambord (fancy AF) y una compota de frutos rojos. La mezcla perfecta entre lo ácido y lo dulce, en una base suave y esponjosa.
La primera, obvio, la clásica crepa de Nutella con fresas flambeadas (porque #NutellaEsVida). Y la segunda, algo más unique: crema de pistache con compota de frutos rojos. Ambas opciones están on point, así que lo único difícil aquí será elegir.
¿Y qué hay de los drinks?
Porque, let’s be honest, ¿qué es un brunch sin sus bebidas? Casa Prunes sabe lo que está en tendencia, por eso el menú incluye las clásicas mimosas, que son básicamente esenciales en cualquier brunch que se respete. Pero eso no es todo, también tienen cuatro tipos de spritz: hechos con Aperol, Cynar, Cinzano, o Campari. Son refrescantes, un poquito amargos, y perfectos para acompañar esos platillos del menú.
Si prefieres algo más clásico, también hay opciones de vinos tintos, blancos, rosados, y claro, cervezas. Pero wait, porque si eres de los que se animan a probar algo más local, tienes que darle un try a los cócteles icónicos como la margarita o la paloma. Classic drinks que nunca pasan de moda.
La experiencia en sí: brunch like a boss
Pero el brunch en Casa Prunes no es solo sobre comida y drinks. La experiencia lo es todo. Imagina estar en una casona acogedora en plena CDMX, donde todo está diseñado para que te sientas a gusto y quieras quedarte por horas. El ambiente es elegante, pero sin caer en lo pretencioso, y el servicio es de esos que te hacen sentir como en casa.
Ahora, hablemos de las opciones. Puedes disfrutar el brunch de dos maneras. Si eres de esos que van big or go home, entonces tienes que irte por el “All You Can Eat & Drink”. Por $950 MXN, tienes acceso a todo el menú, incluidas estaciones gourmet con jugos y frutas distribuidas por la casona. Y claro, eso también incluye mimosas y spritz cocktails. It’s a whole vibe.
Si prefieres algo más low-key, también puedes optar por el servicio a la carta, donde solo pagas por lo que consumes. Esta opción es perfecta si solo quieres probar un par de platillos y no irte all in.
¿Por qué tienes que ir (like, ya)?
Si después de todo esto aún no estás convencido (IDK how), déjame darte los motivos finales. Primero, la comida: no es el brunch promedio; cada plato está lleno de creatividad y sabor, y se nota que lo preparan con amor. Segundo, los drinks: cuatro versiones de spritz y una carta de vinos sólida no es algo que ves en cualquier brunch.
Tercero, las vibes. Casa Prunes tiene ese balance perfecto entre lo cozy y lo elegante, sin ser pretencioso. Es un lugar donde puedes relajarte, disfrutar de buena compañía y comer increíble, sin sentir prisa alguna. Y por último, el precio. Por lo que estás recibiendo, ya sea que optes por el All You Can Eat o a la carta, definitivamente vale la pena.
Entonces, ¿qué esperas? Llama a tu squad, reserva una mesa y lánzate a Casa Prunes para disfrutar de una experiencia de brunch que lo tiene todo: buena comida, bebidas refrescantes, y vibes que te harán querer volver todos los sábados.