Más que un cierre de actividades sería el tiro de gracia
Con el regreso a semáforo amarillo, la posible permanencia de este hasta mediados del mes de Julio, un cierre más no sería lo ideal para la economía tan golpeada durante este periodo de contingencia sanitaria.
Los resultados del primer trimestre para la dinámica económica nacional han mostrado que permanecemos estancados, a pesar de que la reapertura paulatina ha incrementado el flujo de personas hacia los negocios, el consumo privado no alcanza los niveles previos a la pandemia, esto puede ser explicado por el comportamiento de los consumidores, es decir, al encontrarse aún en un periodo de mucha incertidumbre los agentes toman una posición precautoria, por lo tanto antes de adquirir bienes y servicios lo piensan dos veces.
Los negocios, según su giro comercial de a poco comienzan a tener ingresos, algo muy importante en el sector servicios, pues debemos recordar que este sector fue el más golpeado durante la pandemia.
Ahora bien, si el hecho de regresar a semáforo amarillo tenia implicaciones muy importantes, una de ellas era el posible cierre de ciertas actividades que golpearían nuevamente al sector servicios, piense usted, el anuncio de que el 7 de Junio las escuelas regresarían de manera voluntaria a clases presenciales, además personal que estaba trabajando desde su casa tenía que regresar nuevamente a la oficina, más aforo a distintos negocios, esto significa que todo esto implico que muchos negocios comenzaran a invertir un poco para satisfacer la nueva demanda, pero no todos tenían los recursos para hacerlo, algunos optaron por adquirir financiamientos, poner los ahorros, etc.
Por que otro cierre sería el tiro de gracia, es de saber que muchos negocios que ya tenían deuda consiguieron apoyos de distinta índole con las instituciones bancarias, generalmente periodos de gracia para evitar caer en atraso, pero estos apoyos no durarán por siempre, el apoyo se acaba, y un nuevo cierre llevaría a muchas empresas a quebrar, a los nuevos deudores a tener complicaciones y a la economía a en general, una caída más fuerte y profunda.
La decisión del Gobierno de la CDMX de no decretar nuevamente cierres es acertada, pues, más que un cierre sería el tiro de gracia.