Sliders: El Paraíso de las Mini Burgers
Si algo nos une como generación, es nuestra obsesión con la comida que nos hace felices. Y si hay un lugar en CDMX que entiende eso a la perfección, es Sliders, el paraíso de las mini burgers. Fui con la intención de probar sus famosas sliders, pero terminé viviendo una experiencia gastronómica que me dejó en coma alimenticio (en el mejor sentido posible). ¿Listxs para un recorrido foodie que sí o sí tienen que probar?
La malteada que lo empezó todo
Para arrancar con el pie derecho, pedí una malteada de pretzels con caramelo que fue amor a primer sorbo. La combinación de lo dulce y lo salado estaba perfectamente equilibrada, con el caramelo dándole un toque tostado y los pretzels aportando ese crunch inesperado que hace la diferencia. La textura era densa, cremosa y con ese espesor perfecto que hace que cada trago se sienta como un abrazo al corazón.
Un sample de sliders que lo cambió todo
Después de la malteada, era hora de lo bueno: un sample de tres sliders legendarios. Cada bocado era una explosión de sabor, con ingredientes frescos y combinaciones que hacían que cada mini hamburguesa se sintiera única. La carne jugosa, los panes suaves y los toppings bien equilibrados confirmaron que aquí se toman en serio la comida.
Boneless y Cheese Bomb: el combo letal
No podía irme sin probar algo más crujiente, así que pedí unos boneless que estaban perfectamente dorados por fuera y suavecitos por dentro, con una salsa que los envolvía en un abrazo de sabor. Pero la verdadera locura llegó con la Cheese Bomb, una hamburguesa que hace honor a su nombre: una avalancha de queso derretido cayendo en cada mordida, combinando texturas y sabores de una forma que me hizo olvidar que ya estaba llenx.
Philly Cheese y la Cookie Burger: el cierre perfecto
Pero porque mi hambre es selectiva y mi antojo infinito, decidí ir por el Philly Cheese Sandwich. Y aquí es donde entendí que no hay límites cuando se trata de buen comer. La carne, el queso y el pan suavecito se combinaron en un equilibrio perfecto, como si este platillo hubiera sido creado específicamente para un final feliz.
Por si fuera poco, no podía irme sin probar el postre estrella: la Cookie Burger. Dos galletas de chispas de chocolate haciendo de bollo y una bola de helado en el centro como “carne”. Dulce, cremosa, crujiente y absurdamente deliciosa, esta burger de postre es el broche de oro de una experiencia que no puedo dejar de recomendar.
Sliders, el paraíso de las mini burgers que necesitas probar
Salir de Sliders fue todo un reto, pero si algo me quedó claro es que este lugar es un must para lxs amantes de la comida reconfortante. Sliders, el paraíso de las mini burgers, es esa joyita en CDMX que te hace volver una y otra vez, sin importar cuántas veces digas “ya no puedo más”. Si quieres vivirlo en carne propia, échale un ojo a su menú y anímate a probarlo todo: Sliders CDMX.