Vallarta Pride: El Pride de México
Puerto Vallarta Pride 2025 fue mi primera marcha del orgullo. Sí, lo leíste bien: a mis 37 años, después de dos décadas fuera del clóset, jamás había asistido a una. No fue en Ciudad de México, ni en Guadalajara, ni en otro destino “popular”. Fue en Puerto Vallarta, un lugar que no solo me recibió con los brazos abiertos, sino que me abrazó el alma.
Por David Morales Ramírez / @elpoderosodave
Todas las fotos fueron tomadas con el nuevo VIVO 50
Un destino que se volvió refugio
Hablar del Pride de Vallarta es hablar de historia, resistencia y celebración. En los años 70, cuando Puerto Vallarta apenas emergía como destino turístico, la comunidad LGBTTTIQ+ comenzó a encontrar ahí un espacio seguro lejos de miradas inquisidoras. A lo largo del tiempo, lo que inició como un rincón oculto se transformó en un santuario de libertad, diversidad y progreso.
Hoy en día, Puerto Vallarta es uno de los destinos LGBTQ+ más importantes de América Latina, con una vida nocturna vibrante, políticas inclusivas y una comunidad local que no solo acepta, sino que celebra la diferencia. No es casualidad que aquí se celebre uno de los Pride más auténticos y conmovedores del país.
Veinte años después…
Salí del clóset a los 17. Pero durante mucho tiempo, me costó asumirme dentro de la comunidad. “Soy gay, pero no soy de ambiente”, decía, sin entender que esa frase venía cargada de homofobia internalizada. Intenté ir al Pride de la CDMX dos veces, pero algo se interponía: miedo, incomodidad… o simplemente no me sentía “parte de”.
Y es que durante años sentí que las marchas eran más bien desfiles comerciales de marcas que, con suerte, ondeaban una bandera arcoíris una vez al año. Hoy sé que muchas sí apoyan genuinamente, pero también sé que el orgullo no es una estrategia de marketing, es una herramienta de visibilidad, protesta, memoria y celebración.
El Pride más cálido del mundo (y no solo por el clima)
Llegué a Puerto Vallarta sin expectativas… y me fui con el corazón desbordado. Lo que viví durante esa semana fue una manifestación de comunidad real, no solo un evento. Desde nuestra llegada al Hotel Westin, donde el personal no solo nos trató con respeto sino con orgullo (porque muchos de ellos pertenecen a la comunidad), hasta el trato cálido y consciente en VivaAerobus, todo me hizo sentir parte de algo más grande.
Mi primer Pride fue en Puerto Vallarta y cambió mi manera de ver la vida
@elpoderosodave
El Pride comenzó con una imagen que me conmovió: una pareja de lesbianas abriendo la marcha. Detrás de ellas, Kenya Cuevas, una de las activistas trans más influyentes de México. Y luego, sí, el gobierno local marchando codo a codo con nosotros, con un contingente de trabajadores LGBT visibles, orgullosos y respaldados.
No era solo una fiesta: era una declaración de principios. Era ver cómo el Fideicomiso de Turismo, empresarios locales, colectivos y organizaciones trabajaban en conjunto para impulsar la economía LGBTQ+, no lucrando con ella, sino fortaleciéndola desde adentro.
Vallarta es Comunidad, no solo diversión
Los carros alegóricos eran locales: bares, restaurantes, agencias de bienes raíces, tiendas de ropa, todos con presencia en la marcha, todos visiblemente comprometidos con la comunidad. Y después de la marcha, la cereza del pastel: la block party.
Un escenario donde desfilaron Toñita, talentosos bailarines drag, el colectivo Revolution y una imitadora de Karol G que prendió la noche. El cierre fue glorioso: JNS. Jamás imaginé ver tantas banderas, tantas voces coreando, tanta piel vibrando al unísono. Fue, sin exagerar, una noche mágica.
Y aunque no conocía a nadie, me sentí acompañado. En Vallarta nadie te juzga, nadie te observa raro, todos te celebran. Y aunque hay muchos turistas, el lugar no se siente invadido. Al contrario, hay una sensación de armonía, de respeto, de pertenencia que rara vez he sentido en otro sitio.
Lo que se vive en Vallarta, se queda en el alma
No sé si este año logre ir a la marcha en CDMX. Pero algo es seguro: Puerto Vallarta Pride se ha ganado un lugar en mi vida y en mi corazón. No solo porque fue mi primera vez marchando, sino porque me hizo sentir orgulloso de ser quien soy, de pertenecer, de vivir.
Y por eso quiero invitarte a que el próximo año no solo marques la fecha. Quiero que te des la oportunidad de vivir el Pride de Puerto Vallarta en carne propia. De volar con VivaAerobus y descubrir una aerolínea donde realmente se respira inclusión. De hospedarte en el Westin y encontrar un lugar donde la bandera no es decoración, sino compromiso.
Porque el Pride no es solo una fiesta. Es una promesa. Una marcha por los que no están. Un espacio seguro para los que no lo han tenido. Y un recordatorio de que ser visibles es también ser valientes.
Nos vemos en Puerto Vallarta Pride 2026. Y esta vez, marcharemos juntos.