Maquillaje Gatúbela: el look más icónico

¿Lista para liberar tu lado felino? El maquillaje Gatúbela es más que un look de Halloween: es una declaración de poder. Este estilo mezcla elegancia, misterio y un toque dark glam que no pasa desapercibido. SHEGLAM lo sabe y por eso lanzó su colección CATWOMAN, con todo lo necesario para recrear el efecto “acabo de salir de una peli de acción y sigo perfecta”.
Maquillaje Gatúbela: la base del glow perfecto
Primero lo primero: la piel. Antes de pensar en sombras o delineados, hay que preparar el lienzo. Un rostro bien hidratado es el secreto del maquillaje Gatúbela duradero. SHEGLAM tiene el Antifaz Midnight Veil, que refresca y deja la piel lista para todo el glam.Después, aplica tu base y corrige lo necesario sin perder textura natural. Este look no busca perfección, busca actitud.
Además, no olvides sellar con polvo solo en la zona T. Gatúbela nunca se ve acartonada, solo luminosa. Si tu piel brilla, mejor: el glow nocturno es parte del encanto.

Maquillaje Gatúbela: ojos y labios con drama
Ahora sí, vamos a lo divertido. Un ojo ahumado felino es la clave. Usa tonos oscuros en la esquina externa y difumina hacia arriba, como si tus ojos tuvieran alas. El delineador Meow de SHEGLAM tiene una punta inclinada que facilita ese trazo ascendente y limpio.
Luego, un toque metálico en el centro del párpado eleva el nivel del look sin perder el misterio.

Por otro lado, los labios necesitan su momento. Con la Tinta I Am Not a Kitten obtienes ese efecto “besé al peligro” que dura toda la noche. El tono profundo y la textura suave equilibran el dramatismo de los ojos, sin robarles protagonismo.

Finalmente, el toque maestro: el blush y el iluminador. El Blush Black Cat cambia de color al contacto con la piel, dejando un acabado brillante y natural. Y si quieres algo extra, el iluminador Jewel Thief (en forma de anillo, porque obvio) da ese glow estratégico en pómulos y clavículas.

En conclusión, el maquillaje Gatúbela no es solo un disfraz: es energía pura, confianza y glamour oscuro. Atrévete a usarlo cuando quieras sentirte poderosa —con o sin antifaz.
