Dependencia económica, el gran problema de América Latina
El estancamiento económico en México y América Latina se ha visto muy pronunciado durante las últimas décadas. Es fácil solo culpar a las malas decisiones tomadas por los gobiernos, políticas públicas y económicas mal fundamentadas o aplicadas, excesos, corrupción y un modelo económico aplicado y enseñado desde el estudio de economías desarrolladas. Pero es mucho más que eso.
Tan sólo en la historia económica del país hay acontecimientos muy importantes y que nos han dejado marcados, desde la crisis de los años 80’s cuando el Gobierno Mexicano se vio obligado a dar un giro en su política económica, principalmente presionado por organismos financieros internacionales debido al alto nivel de endeudamiento, hasta la crisis denominada “el efecto tequila”.
Pero… ¿Esto qué tiene que ver con la dependencia económica? Bueno, decimos que existe una relación de dependencia cuando un país sólo puede desarrollarse y crecer en función del desarrollo económico de otro país; la economía mundial está en constante desarrollo y este a su vez comienza a generar problemas de desigualdad para los países subdesarrollados, esto sucede debido a que existe un país desarrollado como centro, que en lo general está mayormente dotado de altos niveles de inversión y en infraestructura para la producción, lo que le permite obtener un alto grado de valor agregado o ganancias extraordinarias. Ahora bien, si existe un país que funge como centro, hay países a su alrededor a los que denominamos la periferia o países subdesarrollados, estos se caracterizan por su bajo nivel de industrialización y que por lo general se encargan de producir alimentos y materias primas; que tienen un valor muy bajo en los mercados lo que significa precios muy bajos y ganancias diminutas. Consecuentemente, mientras el centro o país desarrollado al obtener ganancias extraordinarias gracias a sus altos niveles de industrialización y tecnología emprenden nuevos y más sofisticados procesos de producción que maximizan aún más sus ganancias; mientras que la periferia o los países subdesarrollados comienzan a padecer de un mayor índice de marginación industrial y tecnológica que minimiza aún más sus ganancias.
Entonces, a partir de esto podemos saber qué es lo que pasa realmente en México y América Latina, el estancamiento sostenido del desarrollo y crecimiento económico está anclado a la alta dependencia que tenemos de nuestro país central, que en este caso es Estados Unidos, y es que es muy notorio que la evolución de nuestra economía está en función de lo que suceda en los Estados Unidos, por ejemplo, la recuperación de la economía mexicana y de países latinoamericanos después de la pandemia surge como una reacción de las políticas fiscales del gobierno norteamericano, cabe mencionar que el FMI y expertos indican que la recuperación del PIB de México no muestra una fortaleza de nuestra economía, sino es resultado de cómo será la dinámica económica de los Estados Unidos.
Además de la fuerte e histórica intervención mediática, geopolítica, económica y social que ha aplicado el gobierno norteamericano sobre los países latinoamericanos, pues el centro no funciona sin la periferia y mantener la subordinación de esta les permitirá seguir con la hegemonía económica mundial que tiene.
Todo esto de la dependencia económica tiene tintes estructurales muy fuertes que comenzaron desde la aplicación del modelo neoliberal en América Latina, y no es que sea un modelo económico malo, sino que su aplicación debió de ser distinta y desde el punto de vista del comportamiento de una economía emergente. La dependencia económica fue, es y será el gran problema de México y América Latina, que siendo países tan ricos en cultura y recursos naturales no pueden desarrollarse de manera exitosa por el fuerte comportamiento, donde la riqueza ya mencionada va desde la periferia hacia el centro.