Dieta PALEO: lo que debes saber
Ante el boom de un sinfín de dietas y estilos de alimentación, vale la pena conocer a que se refiere cada una en caso de que queramos adoptarla o simplemente por cultura general.
Una de las dietas que se ha hecho famosa en los últimos años es la “PALEO” pero ¿Qué significa?, ¿Cómo se lleva a cabo?, ¿Qué alimentos incluye o con qué fin? esto y más lo descubriremos a continuación.
El nombre “PALEO” hace referencia a “Paleolítico” ya que este estilo de alimentación busca emular la forma en la que se alimentaban nuestros ancestros hace más de 2 millones de años, justo en esta época, el paleolítico. Si recordamos nuestras clases de historia, sabremos que durante esa época los humanos dependían de la caza, la pesca y la recolección, por lo que además de consumir solamente los alimentos disponibles derivados de estas actividades, también eran nómadas; lo cual conllevaba el caminar por horas y días, es decir, tenían gran actividad física.
Entonces, la premisa de este tipo de dieta es que para mantener buena salud debemos consumir carnes magras y alimentos vegetales en combinación con un alto nivel de actividad física. Se cree que los humanos en esa época experimentaban menos enfermedades cardiacas, diabetes y cáncer derivado del estilo de vida que llevaban hasta antes de descubrir la agricultura y volverse sedentarios.
El objetivo de esta dieta no hace énfasis en el conteo de calorías y el tamaño de las porciones, sino en regresar a un modo de alimentación similar al de los primeros humanos. La razón para esto es que el cuerpo humano es “genéticamente incompatible” con la dieta actual y por eso existe una alta prevalencia de sobrepeso, obesidad y enfermedades no transmisibles.
Dentro de las generalidades de esta dieta encontramos que es alta en proteínas, moderada en grasas (en su mayoría insaturadas), baja/moderada en hidratos de carbono, altas en fibra y bajas en sodio y azúcares refinados.
Alimentos permitidos:
- Carnes magras frescas
- Pescados y mariscos
- Huevos
- Nueces y semillas
- Frutas
- Verduras
- Aceite de oliva y de coco
- Miel
Alimentos no permitidos:
- Cereales, granos y azúcares refinados, granos integrales
- Lácteos
- Lentejas
- Frijoles
- Alcohol
- Café
- Sal
- Aceites refinados
- Alimentos procesados
Por supuesto alimentarse de esta forma tiene ciertas ventajas a la salud ya que se incluyen alimentos frescos y de alta densidad nutricional, por ejemplo, tener mayor sensibilidad a la insulina, además, alienta a alejarse de alimentos industrializados y promueve estar físicamente activo todos los días. Pero como todo, también tiene ciertas desventajas, por ejemplo, la dificultad de generar adherencia a largo plazo. Además, omite granos integrales, legumbres y lácteos, lo cual puede provocar un consumo por debajo del óptimo de algunos nutrientes. Por otra parte, requiere de más planeación y tiempo de preparar alimentos ya que esta dieta depende en gran medida de alimentos frescos.
Al final, existen muchos tipos de dieta y pautas de alimentación, ninguna es necesariamente la correcta, más bien la correcta para ti será aquella en la que te sientas cómod@ y que puedas seguir a largo plazo, que cubra tus requerimientos, te nutra adecuadamente y te asegure salud y bienestar tanto físico como mental.
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