«Pan de la Abuela: Nivel Chef»
A ver, si alguna vez has escuchado del Valle de Guadalupe, sabrás que es the place en México cuando se trata de vinos fancy y comida top tier. Pero, ¿sabías que uno de los chefs más legendarios de la región, Roberto Alcocer, no solo tiene un restaurante con estrella Michelin, sino que también hornea un pan que es como un abrazo en forma de carbohidrato? Spoiler: lo saca de la receta OG de su abuela. Sí, esa receta que huele a nostalgia y te hace recordar las mejores vibes de cuando tu abuela cocinaba para toda la familia.
Donde lo Tradicional y lo Gourmet se Encuentran
Antes de entrar de lleno en esta receta de pan (que btw, te va a cambiar la vida), hablemos de lo que hace especial al chef Roberto y su restaurante Valle. Si no sabías, este lugar es uno de esos spots donde entras y todo tiene clase, pero también sientes como si estuvieras en una reunión familiar, chill y a gusto. Está ubicado en el Valle de Guadalupe, la región vinícola más famosa del norte de México, con unos wines que te van a hacer sentir fancy, sin tener que exagerar.
Roberto Alcocer ha logrado algo que pocos chefs consiguen: mantener las raíces de la cocina tradicional mexicana, pero mezclarlas con lo más top de la cocina contemporánea. O sea, él sí te sirve platillos que podrían estar en la mesa de la realeza, pero con ese sabor que te recuerda a la comida de la abuela.
Y hablando de la abuela… el pan que es la estrella oculta del Valle
Obviamente, los chefs siempre tienen sus secretos, y el de Roberto es que después del quinto tiempo en su menú degustación, llega una joyita inesperada: pan de judías negras. Y este pan no es cualquier cosa; es la receta de la abuela del chef, y la sirve todos los días en su restaurante, recién horneadito y listo para hacerte suspirar.
¿Te imaginas? Estás disfrutando de una experiencia Michelin, ya probaste cinco platillos que parecen obras de arte y, de la nada, te llega este pan calientito que tiene la vibra más auténtica y casera que puedas imaginar.
¿Qué rollo con esta receta?
Ahora sí, let’s talk about the real deal: el pan de judías negras. Cuando piensas en pan, seguro visualizas el típico bolillo o algo por el estilo, pero este es diferente. El twist está en que tiene alubias refritas en la masa, lo que le da un sabor súper especial y una textura esponjosa, que, honestly, es el match perfecto para acompañar los vinos del Valle.
Aquí te dejo la receta para que tú también puedas sentirte como un chef con estrella Michelin en casa. ¿Listo? Porque se viene.
Ingredientes:
- 1350 g de harina
- 2.5 cucharadas de sal
- 30 g de azúcar
- 21 g de levadura instantánea
- 720 g de agua
- 1200 g de alubias refritas
Preparación:
Paso 1: Pon toda la harina, la levadura, el azúcar, la sal y las alubias refritas en una batidora. Usa el gancho amasador porque vamos a hacer esto bien pro. Dale 5 minutos a velocidad baja, mientras calientas el agua hasta que esté tibia. Cuando esté ready, le echas el agua y mezclas todo hasta que tengas una masa bien smooth.
Paso 2: Súbele la velocidad a tu batidora (media-alta) y déjala trabajar por 15 minutos. Sí, parece mucho, pero confía en el proceso. Después, deja que la masa descanse por otros 15 minutos. Y mientras esperas, pues puedes ir sirviéndote una copa de vino (hey, estamos en modo Valle).
Paso 3: Divide la masa en bolitas de 1.5 kg. Suena heavy, pero este pan es para compartir, así que no te preocupes.
Paso 4: Coloca papel de pergamino en una bandeja para hornear, pon tus panecillos dejando espacio entre ellos (para que crezcan bien bonitos) y cúbrelos con un paño de rizo o plástico. Lo importante aquí es que nada toque los panes directamente.
Paso 5: Deja que los panes reposen en un lugar cálido por unos 15-25 minutos, hasta que doblen su tamaño. Básicamente, vas a ver cómo la magia sucede.
Paso 6: ¡Hora de hornear! Ponlos en el horno a 180º C por 30 minutos, o hasta que estén doraditos. Haz la prueba del palillo o el cuchillo; si sale limpio, ya está. Deja enfriar un poquito (si puedes resistirte) y listo. Enjoy el pan que te hará sentir en el restaurante Valle, pero desde tu casa.
¿Por qué este pan es todo un vibe?
Honestly, este pan no es solo comida; es un pedacito de historia, de esos momentos en la cocina de la abuela que ahora llega a una cocina con estrella Michelin. Es un ejemplo perfecto de cómo lo tradicional puede coexistir con lo gourmet y que lo casero, cuando se hace con amor, puede ser lo más top que hay.
Así que, la próxima vez que quieras impresionar en una cena o simplemente consentirte, dale un try a esta receta. Y si tienes la oportunidad de ir al restaurante Valle, no dudes en probar este pan directamente de las manos del chef Roberto Alcocer. Porque una cosa es hacerlo tú, pero otra muy diferente es vivir la experiencia completa con el maridaje de vinos y esas vistas al mar.